Los cuadrantes de turnos son una solución muy práctica para garantizar el mantenimiento de la actividad en una empresa o un servicio público durante las 24 horas del día. De este modo, se pueden organizar los horarios de todos los empleados, estableciendo las horas de trabajo y de descanso.

El resultado es la configuración de una planilla de trabajo con el conjunto de horarios que se asigna a cada persona. A través de esta forma se puede controlar rápidamente cómo se realiza la producción o se presta el servicio, pudiendo cambiar los turnos con más o menos flexibilidad.

Requisitos legales en los cuadrantes de turnos

El Estatuto de los Trabajadores establece una serie de normas que se deben tener en cuenta en la creación de un cuadrante de turnos:

  • Entre el final de una jornada y el comienzo de la siguiente deben mediar, como mínimo, 12 horas.
  • El número de horas ordinarias de trabajo efectivo no puede ser superior a 9 días, salvo que el convenio colectivo establezca otra limitación.
  • Siempre que la duración de la jornada diaria continuada exceda de 6 horas, debe establecerse un periodo de descanso durante la misma de duración no inferior a 15 minutos.
  • Se considera trabajo nocturno el que se realiza entre las 22 horas y las 6 de la mañana. Esta jornada no puede exceder de 8 horas diarias de promedio, en un periodo de 15 días, salvo adscripción voluntaria.

Consejos para establecer una planilla de trabajo

  • El primer paso es definir los diferentes turnos de trabajo con su hora de inicio y fin. Las rotaciones más habituales son mañana, tarde y noche, aunque según el sector es posible que se establezcan otros horarios distintos.
  • En segundo lugar, se debe establecer el número de trabajadores que la compañía necesita por día y en cada turno. En este punto, es recomendable analizar la cantidad de empleados requerida en cada época del año en función de las necesidades de producción o de prestación del servicio.
  • Es conveniente que, en la medida de lo posible, cada trabajador desarrolle su función según un patrón de horarios preestablecido. Además de contar con el cuadrante de turnos con una cierta antelación, si el mismo sigue una repetición semanal, mensual o anual, el empleado tiene mayor margen para organizarse.
  • Es fundamental que la planilla de trabajo sea flexible y se pueda editar el número de veces que sea necesario. En el entorno laboral pueden surgir multitud de imprevistos que hagan necesaria la reorganización de los horarios, como por ejemplo una baja por incapacidad temporal o una mayor demanda por parte de los clientes.
  • Para conseguir una mejor optimización de los recursos humanos, la valoración de cada perfil profesional es clave. De este modo, se pueden conformar grupos de trabajo que desempeñen sus funciones en el mismo turno y, en caso de producirse alguna vacante, sea posible una rápida sustitución.

En función del tamaño de la empresa, los cuadrantes de turnos se pueden realizar de forma manual, aunque en otros casos es necesario utilizar programas específicos. Hoy en día es posible encontrar herramientas online gratuitas que permiten introducir todas las variables para obtener las planillas de trabajo de manera automática.

Es importante que el cuadrante de turnos haya sido previamente acordado entre el trabajador y el empresario. De igual modo, es necesario que se ajuste a las estipulaciones del Estatuto de los Trabajadores o del convenio colectivo.