Hay distintos tipos de ERE, y existen obligaciones por parte de las empresas que los llevan a cabo y los trabajadores afectados tienen una serie de derechos también relacionados directamente con este tipo de despido, ya que el ERE podría afectar a la jubilación, por ejemplo.

Por todo ello, es imprescindible estar al tanto de todo lo que hay que saber sobre los ERE para poder valorar lo que suponen y lo que implican, tanto para las empresas que los llevan a cabo, como para los trabajadores afectados.

El objetivo de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) es reducir la plantilla de una empresa, y se trata de una medida excepcional a la que las compañías, para poder acogerse  y llevarlo a cabo, deben de cumplir una serie de condiciones.

Para empezar es importante saber qué entiende la ley por despido colectivo dentro de una empresa.

Se considera que hay despido colectivo cuando la empresa  lleva a cabo la extinción de contratos de trabajo que afecten, en un periodo de 90 días, al menos a 10 trabajadores, en las empresas que tengan menos de 100 trabajadores; el 10 por ciento,  en el caso de plantillas de entre 100 y 300 trabajadores; y a partir de 30 trabajadores, en empresas de más de 300, se considera despido colectivo.”

Aunque actualmente las empresas no necesitan pedir un permiso administrativo para poner en marcha un ERE, sí es necesario que se encuentren en unas circunstancias económicas concretas que pueden justificar la necesidad de aplicar un ERE en su plantilla.

Causas económicas

La empresa sufre pérdidas económicas actuales o previstas, o una disminución constante del nivel de ingresos o ventas. Se entiende que es constante la situación negativa en sus cuentas, si durante tres trimestres consecutivos el nivel de ingresos ordinarios o ventas de cada trimestre es inferior al registrado en el mismo trimestre del año anterior.

Causas técnicas

Este tipo de causa se da en una empresa cuando se producen cambios, entre otros, en el ámbito de los medios o instrumentos de producción que pueden justificar la necesidad de aplicar un ERE.

Causas organizativas

Este tipo de motivación para un ERE hace referencia a cambios en los sistemas y métodos de trabajo del personal o en el modo de organizar la producción.

Causas de producción

Las causas productivas se alegan como causa para un ERE cuando la empresa tiene que asumir cambios, entre otros, en la demanda de los productos o servicios que la empresa pretende colocar en el mercado.

Teniendo en cuenta estas circunstancias excepcionales -causas de ERE- las empresas pueden decidir articular alguno de los tipos de ERE existentes: extinción, suspensión y reducción.

ERE de extinción

Es el más radical y menos favorable para los trabajadores, ya que se trata de la ruptura definitiva de la relación laboral y parte de los trabajadores de la plantilla, los afectados por el expediente. Se conoce popularmente como despido colectivo.

ERE de suspensión

La empresa establece un calendario alternativo al habitual de la plantilla, de forma que el trabajo de parte de la plantilla se suspende temporalmente. Se suele organizar en ciclos de meses, semanas o según el tipo de trabajo y necesidades de la empresa, aunque siempre se trata de días completos, de jornadas enteras suspensas. El trabajador ve disminuido parcialmente su tiempo de trabajo. Por ejemplo, en lugar del año completo, un trabajador afectado por un ERE de suspensión pueden estar suspendido seis meses del año y otros seis en activo.

ERE de reducción

En este caso, los trabajadores afectados por un ERE de reducción ven reducida en horas su jornada de trabajo, pero siguen trabajando el calendario laboral completo, con una disminución horaria que impone y aplica la empresa en función de las necesidades y la situación.

Mientras que el ERE de extinción es definitivo, en el caso de los otros dos -ERE de suspensión y ERE de reducción- la situación es temporal, por lo que se denominan de forma específica ERTE, Expediente de Regulación de Empleo Temporal.

Para aplicar cualquiera de estas modalidades de ERE, la empresa debe cumplir el trámite de la comunicación, pero no necesita ni autorización previa ni acuerdo con los representantes laborales, la empresa puede decidir aplicar un ERE de forma unilateral. Los trabajadores una vez comunicado el ERE, pueden recurrir a los tribunales de justicia para solicitar la impugnación del expediente.

Cuando, como trabajador, te ves afectado por un expediente de regulación de empleo, es importante estar al tanto de todo lo que hay que saber sobre los ERE para poder entender cuál es la situación y a qué te enfrentas. Es una circunstancia que, aunque no es deseable, se da actualmente con bastante frecuencia, por lo que es importante contar con herramientas para afrontarlo de la mejor manera. Una de estas herramientas puede ser tu Plan de Pensiones MAPFRE; contrátalo y asegúrate de que tus ahorros están protegidos.