Invertir en bolsa es una forma de planificar la jubilación, complementar la pensión pública y hacer crecer tu patrimonio. Además, también puede servir para legar a los hijos una cartera de inversiones llegado el momento.

Tener claro cómo funciona una herencia, si se pueden heredar acciones y cómo tributan los títulos bursátiles es importante para saber si es una buena opción como parte de la herencia.

Lo primero es tener claro que sí, las acciones se pueden legar igual que se puede heredar un plan de pensiones. Estas acciones formarán parte de la herencia como la mayoría de inversiones y bienes que tengas.

Cómo repartir acciones en una herencia

Las acciones forman parte de lo que se conoce como la masa hereditaria una vez los herederos aceptan la herencia. Es decir, que se integran en la herencia junto con el resto de bienes de la persona fallecida.

Salvo que haya testamento y que en él se indique que las acciones se legarán a una persona concreta, todos los títulos se repartirán entre los herederos a partes iguales. Así es como se reparte una herencia sin testamento.

Por ejemplo, al dejar 100 acciones en herencia a dos herederos, cada uno recibirá 50 títulos.

Con un testamento es posible escoger quién heredará esas acciones e incluso dejarlas a una persona ajena a la familia utilizando el tercio de libre disposición. Sin testamento, su reparto será siempre entre los herederos a partes iguales.

Así es como funciona también la herencia de otras inversiones como los fondos de inversión, depósitos o ETFs, pero no así de Unit Linked, PIAS o planes de pensiones y general de los seguros de vida-ahorro. La razón es que con todos ellos se puede elegir el beneficiario en caso de fallecimiento. Dicho de otra forma, quién cobrará si el titular muere.

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Qué impuestos se pagan al heredar acciones

Como casi todos los bienes heredados, las acciones tributan en el Impuesto sobre Sucesiones. Para hacerlo se contabiliza el valor de los títulos bursátiles y se suma al resto de la herencia para calcular la base imponible o dinero que se hereda y sobre el que se pagará el impuesto.

A partir de ahí la cuantía del impuesto dependerá de la cantidad que se hereda, el grado de parentesco y el dinero que tenga el heredero. El porcentaje a pagar cambia en cada comunidad autónoma, aunque el impuesto siempre se aplica de forma progresiva.

Esta es la tarifa estatal que puede variar según la región:

Base liquidable

Hasta euros

Cuota íntegra

Euros

Resto base liquidable

Hasta euros

Tipo aplicable

Porcentaje

0,00 7.993,46 7,65
7.993,46 611,50 7.987,45 8,50
15.980,91 1.290,43 7.987,45 9,35
23.968,36 2.037,26 7.987,45 10,20
31.955,81 2.851,98 7.987,45 11,05
39.943,26 3.734,59 7.987,45 11,90
47.930,72 4.685,10 7.987,45 12,75
55.918,17 5.703,50 7.987,45 13,60
63.905,62 6.789,79 7.987,45 14,45
71.893,07 7.943,98 7.987,45 15,30
79.880,52 9.166,06 39.877,15 16,15
119.757,67 15.606,22 39.877,16 18,70
159.634,83 23.063,25 79.754,30 21,25
239.389,13 40.011,04 159.388,41 25,50
398.777,54 80.655,08 398.777,54 29,75
797.555,08 199.291,40 en adelante 34,00

Lo que no se paga en el Impuesto de Sucesiones es por el beneficio acumulado con las acciones. Para que se entienda mejor, unas acciones que se compraron a 10 euros y cuestan 100 euros en el momento del fallecimiento suman una rentabilidad de 90 euros por las que habría que pagar impuestos en el IRPF en caso de venderlas. Sin embargo, cuando se transmiten por herencia no hay que pagar por esa ganancia. Esto es lo que se conoce como la plusvalía del muerto.

Por el contrario, sí que habría que tributar por los dividendos que se hayan recibido desde el fallecimiento de la persona según se desprende de la consulta vinculante V2332-15 a la Dirección General de Tributos (DGT). Quienes deberán hacerlo son los herederos, que tendrán que imputar esa cantidad en el IRPF.

Una ventaja de las acciones es que, en caso de no tener dinero para pagar la herencia, se podría pedir al juez su venta para afrontar el Impuesto sobre Sucesiones.

¿Cómo se declara la venta de unas acciones heredadas?

Al heredar acciones una cosa son los impuestos que se pagan en la herencia y otros los que hay que abonar al vender los títulos bursátiles.

¿Qué impuestos se pagan cuando vendes unas acciones heredadas? Los mismos que se abonarían con unas acciones compradas por ti. La fiscalidad de las acciones no cambia por haberlas heredado.

La única diferencia está en el cálculo de la ganancia o pérdida patrimonial, que es el beneficio o pérdida que se obtiene con esa inversión. En situaciones normales, esta ganancia se calcula por la diferencia entre el precio de compra y de venta, como exponíamos en el ejemplo anterior: acciones compradas a 10 euros que se venden por 100 equivalen a una ganancia de 90 euros por título.

Con las acciones de una herencia el precio de compra será el valor declarado en la herencia, que debe coincidir con el precio de la cotización de las acciones el día del fallecimiento del titular. A este precio se podrá sumar los gastos de adquisición, que serán el impuesto de sucesiones y los gastos de escritura, en caso de haberlos.

Esa ganancia patrimonial por las acciones se integrará después con el resto de inversiones para tributar dentro de las rentas del ahorro a los siguientes tipos.

Ganancias Tipo a aplicar
Hasta 6.000 euros 19%
Desde 6.000 euros hasta 49.999 euros 21%
Desde 50.000 euros hasta 199.999 euros 23%
Más de 200.000 euros 26%

¿Es mejor donar en vida o heredar?

La alternativa de dejar en herencia acciones es donarlas en vida. ¿Cuál de las dos es más adecuada? Desde un punto de vista fiscal, heredar acciones es más barato que recibirlas a través de una donación, con la que se pagan impuestos dos veces.

Por un lado, el donante tendrá que pagar por el beneficio acumulado. Y es que, para Hacienda una donación es como una venta en términos fiscales. Esto quiere decir que tendrás que tributar en la renta por la diferencia entre el precio de compra y de venta, como acabas de ver.

Por su parte, el donatario tendrá que tributar en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones por el valor de esas acciones y de nuevo tendrá que pagar, esta vez en el IRPF, si decide venderlas.

Al heredar las acciones te beneficias de la plusvalía del muerto y nadie paga impuestos por la rentabilidad acumulada hasta ese momento.

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