Resumen del contenido
La Ley 39/2006 de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia surgió para asistir a las personas que no pueden realizar por sí mismas las tareas básicas de la vida diaria. Para ello se creó el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) con el que se consigue acercar esta ayuda a todos los usuarios.
¿Qué es el SAAD?
Según la Ley de Dependencia, el SAAD “responde a una acción coordinada y cooperativa de la Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas, que contempla medidas en todas las áreas que afectan a las personas en situación de dependencia, con la participación, en su caso, de las Entidades Locales”.
De forma concreta, el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia es la estructura formada por las distintas administraciones públicas y los proveedores de servicios públicos o privados. De esta forma, junto con el catálogo de prestaciones económicas y servicios asistenciales, se garantiza un contenido mínimo de derechos para todos los ciudadanos en cualquier parte del territorio español.
En otras palabras, el SAAD se configura para coordinar las acciones de la Administración General del Estado, las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales. El objetivo es conseguir que las personas en situación de dependencia cuenten con la ayuda necesaria para promover su autonomía personal, así como la atención y protección precisas para mejorar sus condiciones de vida.
¿Quiénes pueden acceder al SAAD?
Las personas beneficiarias del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia deben reunir una serie de requisitos:
- Encontrarse en situación de dependencia en alguno de los grados establecidos.
- Residir en territorio español y haberlo hecho durante cinco años, de los cuales dos deberán ser inmediatamente anteriores a la fecha de presentación de la solicitud. Para los menores de cinco años, el periodo de residencia se exige a quien ejerce la guarda y custodia.
- En el caso de españoles no residentes en España, el Gobierno puede establecer medidas de protección concretas a su favor.
Además, la Ley de Dependencia establece que los beneficiarios de las prestaciones se diferencian según el tipo y coste del servicio que necesiten. También se tiene en cuenta la capacidad económica de la persona dependiente en función de su renta y patrimonio. No obstante, se garantiza la cobertura de este sistema a todos los usuarios.
¿Cómo se solicitan los servicios del SAAD?
Cualquier persona interesada puede solicitar las prestaciones y ayuda del SAAD en los órganos gestores de la Comunidad Autónoma de residencia. Para ello, se debe seguir el siguiente proceso:
- En primer lugar, se debe pedir que se realice una valoración del grado de dependencia de la persona beneficiaria. El personal de los Servicios Sociales se encarga de acudir al domicilio el día y hora acordados para evaluar la situación.
- Posteriormente, se emite una propuesta que recoge el diagnóstico, el grado de dependencia y los cuidados que el usuario necesita.
- A continuación, se elabora el Programa Individual de Atención (PIA) donde se especifican los servicios y las prestaciones económicas que se deben conceder según el estado en que se encuentre la persona dependiente.
- Durante el tiempo de permanencia en el SAAD, la situación se puede revisar si aparecen cambios y, por lo tanto, también se modifican los servicios concedidos en un primer momento.
Aunque la Ley de Dependencia, y en concreto el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) constituye una importante ayuda, es interesante saber que los Seguros de Vida MAPFRE ofrecen protección cuando más se necesita. Estas pólizas garantizan un capital en caso de invalidez absoluta y permanente, respondiendo cuando se pierden o se reducen los ingresos.