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La creencia popular más extendida liga seguros de dependencia y tercera edad; sin embargo, no es una situación del todo real. Aunque es cierto que la edad es un factor de riesgo para desencadenar situaciones de dependencia, nadie está libre de sufrir una situación de dependencia a cualquier edad y por muy diferentes motivos. Esto no se trata de alarmarse, pero sí de vivir en una cultura de la prevención.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) augura que en 2050 la tasa de dependencia se habrá duplicado en España, por lo que merece la pena saber qué ventajas y situaciones protegen esta clase de seguros, con independencia de que la tercera edad esté o no en tu perspectiva vital.
¿Qué significa ser una persona dependiente?
El Consejo de Europa define la dependencia como la necesidad de ayuda o asistencia importante para la realización de las actividades de la vida diaria o de cuidado personal.
Las situaciones de dependencia pueden estar ligadas a la edad, pero también pueden ser causadas por enfermedades crónicas, accidentes, discapacidades sobrevenidas u otras causas diferentes.
La dependencia se reconoce de manera oficial por los organismos públicos –IMSERSO- y da derecho a ayudas que se gestionan y reciben a través del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD). Desde 2006, existe en España la Ley de Dependencia para promover la mayor autonomía posible en este colectivo social entre otros objetivos.
¿Qué son los seguros de dependencia?
Estas pólizas cubren las diferentes situaciones de dependencia reconocidas.
La principal cobertura de un seguro de dependencia es el pago de una indemnización en forma de capital –un solo pago- o renta –ingresos periódicos al titular del mismo. Se suele completar con otras asistencias y servicios como teleasistencia, apoyo doméstico o asistencia familiar entre otros. Recuerda que los Seguros de Hogar MAPFRE incluyen asistencia familiar con diferentes servicios para los casos de accidente doméstico.
Existen actualmente una gran cantidad de seguros para la dependencia por lo que merece la pena explorar el mercado y comparar ofertas para poder elegir el que mejor se ajuste a tus preferencias y necesidades; especialmente recomendable es tener en cuenta la situación familiar del beneficiario de este tipo de pólizas.
¿Quién contrata un seguro de dependencia?
Los más previsores apuestan especialmente por la contratación de seguros para la dependencia. Los asesores recuerdan que este tipo de pólizas -además de proporcionar protección y seguridad al titular- es la mejor manera de evitar problemas en la unidad familiar, ya que son justamente los familiares quienes tienen que hacerse cargo de un miembro de la familia con algún nivel de dependencia.
Todas las personas interesadas pueden suscribir una póliza que proteja situaciones de dependencia, aunque por lo general existe un máximo de edad permitida que se sitúa entre los 70 y los 75 años, según la compañía. Este tipo de seguros no suele poder renovarse más allá de los 85 años de edad del titular y principal beneficiario.
Los seguros para la dependencia interesa contratarlos antes de la llegada a la tercera edad para estar preparados en caso de necesidad o contingencias concretas que te hagan necesitarlo con el paso del tiempo. Recuerda que la dependencia es una situación más habitual en la vejez, pero no exclusiva de esta etapa de la vida.
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