La actividad física, los hábitos saludables y una buena alimentación son factores clave en todas las edades, pero más aún en las personas mayores. Prestar atención a la salud física, mental y socioafectiva durante la Generación Senior puede evitar o retrasar ciertas enfermedades y ayuda a vivir de manera más independiente y feliz.

Beneficios de la actividad física para los mayores

El ejercicio físico es una de las mejores formas de recuperar y potenciar las capacidades funcionales que se han ido perdiendo con el paso de los años. Mantenerse activo durante esta etapa de la vida:

  • Retrasa el envejecimiento cerebral y previene la aparición de enfermedades como el Alzheimer.
  • Mínima el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares, respiratorias y del sistema muscular.
  • Mejora la calidad de vida. La actividad física regular ayuda a vencer el sedentarismo y el aislamiento, favoreciendo una mayor autonomía personal y la sociabilización.
  • Fortalece el sistema inmunitario.
  • Evita la rigidez de las articulaciones y reduce la aparición de lesiones musculares y óseas.
  • Potencia la masa muscular, la fuerza, la resistencia y la flexibilidad.
  • Mejora los reflejos, la coordinación y el equilibrio.
  • Reduce la grasa corporal evitando la obesidad y mantiene el colesterol en los niveles adecuados.
  • Potencia las capacidades mentales. Hay evidencia de que la condición física mejora la capacidad cognitiva y reduce el riesgo de demencia.
  • Ayuda a regular el patrón de sueño y evitar el insomnio.

¿Cuál es la mejor forma de mantenerse activo?

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los mayores de 60 años realicen al menos 150 minutos de actividad física a la semana. No obstante, antes de animarse a realizar algún tipo de ejercicio es recomendable consultar con el médico. Él nos podrá asesorar sobre qué actividades son más aconsejables según nuestro estado de salud.

Algunas actividades que pueden realizar los mayores para mantenerse activos son:

Caminatas al aire libre

Salir a caminar es una de las mejores formas de mantenerse activo y combatir el sedentarismo. Pasear todos los días al menos 10 minutos es suficiente para mejorar la forma física y liberar estrés. Además, la exposición al aire libre y al sol fortalece el sistema inmunológico y favorece la producción de vitamina D.

Ciclismo

La bicicleta es uno de los deportes más idóneos para personas mayores que ya están familiarizadas con el deporte, ya que mejora la elasticidad y el equilibrio. Con tan solo 10 minutos de pedaleo al día se notan mejorías en la musculatura, las articulaciones y el riesgo sanguíneo.

Natación

La natación es uno de los deportes más completos para todas las edades, y sobre todo para aquellos que tengan problemas de articulaciones o la musculatura debilitada, ya que al realizarse dentro del agua se contrarresta el efecto de la gravedad. La práctica mejora la circulación y previene los problemas cardiovasculares, y es un potente aliado contra las lumbalgias.

Yoga

El yoga es una excelente alternativa para mantenerse activo. Según un estudio de la Universidad de Northumbria publicado en BMC Geriatrics, esta práctica reduce hasta en un 25 por ciento el riesgo de sufrir caídas. Además, mejora la coordinación, la flexibilidad, oxigena el cuerpo y mejora la circulación. A nivel mental, la relajación ayuda a pensar con mayor positividad y claridad.

El ejercicio físico, unido a una dieta equilibrada y un cuidado de la salud te ayudarán a retrasar los problemas derivados del envejecimiento. Además, si eres senior, los Seguros de MAPFRE Salud te ofrecen coberturas diseñadas expresamente para ti: rehabilitación hasta recuperación, técnicas de vanguardia en cirugía, ayuda a domicilio por convalecencia, «Y tantos + profesionales para atenderte». Infórmate aquí de todos los detalles.