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El Camino de Santiago, como es sabido, es un conjunto de rutas de peregrinación cristiana de origen medieval que recorre principalmente el norte peninsular y otras regiones para dirigirse a la tumba del apóstol Santiago el Mayor, que se halla en la catedral de Santiago de Compostela. Es la segunda romería más venerada de la cristiandad, después de Roma.
Existe una edad inicial recomendada para hacer el camino, los 3 años, pero a partir de esa ahí no existe ninguna otra limitación. Por lo tanto, la edad no es un impedimento para hacer la ruta jacobea. El camino puede recorrerse en cualquier momento de la vida ya que es fácilmente adaptable a todo tipo de personas.
Las personas mayores de 60 años, que normalmente ya están jubiladas y disponen de todo el tiempo del mundo, pueden realizarlo sin problemas teniendo en cuenta una serie de recomendaciones que expondremos después.
De hecho, según datos de la Oficina del Peregrino, en los últimos años casi el 20 por ciento de los peregrinos que solicitaron la Compostela eran mayores de 60 años. Lo que significa que los jubilados y las personas mayores no se arredran ante la posibilidad de hacer el camino.
¿Qué ruta sigue el Camino de Santiago?
Lo primero que hay que considerar es que para hacer el Camino de Santiago no existe una sola ruta ni tiene un solo punto de partida. Cuenta con diversas rutas y multitud de tramos de distinta intensidad que permiten adaptarlo a cada persona.
Algunos peregrinos hacen rutas completas que duran meses, en cambio otros optan por hacer solo los 100 kilómetros mínimos que se necesitan para solicitar la Compostela, si se va a pie, o los 200 kilómetros, si se va en bicicleta.
La cuestión es elegir una ruta que se adapte, más allá de la edad, a las circunstancias personales de cada peregrino: salud, estado de forma, minusvalías, etc.
Camino de Santiago para mayores de 60 años: recomendaciones
Antes de comenzar el camino y para prever posibles contratiempos, conviene tomar ciertas precauciones y consideraciones a fin de que la experiencia resulte satisfactoria e inolvidable.
Prever el avituallamiento
Es importantísimo llevar suficiente provisión de agua para prevenir la deshidratación (a la que tan sensibles son las personas mayores), así como de alimentos energéticos para hacer frente a posibles inconvenientes, como las bajadas de tensión.
La mejor época
Durante todo el recorrido de la ruta, hay que tomar especial precaución con las temperaturas y sus imprevistas variaciones. Las personas mayores son más sensibles a sufrir los peligrosísimos golpes de calor. Por lo tanto, hay que evitar el verano (julio y agosto). Abril, mayo o septiembre, con temperaturas suaves, son los mejores meses para hacer el Camino de Santiago. En esta época, además, se evita la masificación y los problemas de plazas para pernoctar en los albergues de cada localidad.
¿Solo o en compañía?
Si vas solo, pero te gustaría ir en compañía, no te preocupes. Lo normal es que, durante el camino, debido al sentimiento de hospitalidad y de fraternidad que reina en él, entables relación con otros peregrinos que también comenzaron solos. Seguro que acabáis llegando juntos a Compostela.
Entrenamiento previo
Normalmente, nadie está acostumbrado a caminar 15 o 20 kilómetros diarios. Por eso, toda persona que quiera hacer el Camino de Santiago debería hacer un entrenamiento previo con el fin de preparar el cuerpo para el esfuerzo físico que va a realizar. Si eres una persona de avanzada edad, sedentaria, no habituada a hacer ejercicio, este entrenamiento es imprescindible. Entrena como mínimo durante 90 días para preparar el cuerpo de forma suave y gradual para poder resistir el esfuerzo físico que requiere
Visita a tu médico
Todas las personas que van a hacer el Camino de Santiago, y más aún las mayores, deben hacerse un chequeo médico antes de emprender la peregrinación para valorar su condición física en dicho momento, si existe alguna limitación o patología previa y las precauciones que deben tomar.
Elige una ruta adecuada para ti
Si no estás acostumbrado a practicar senderismo de montaña escoge una ruta que no tengan fuertes desniveles. Para las personas mayores, son adecuadas las siguientes rutas:
- El Camino Portugués por la costa, partiendo de Tui. Esta ruta es ideal porque casi todo su trazado discurre por pasarelas de madera, evitando así caminos pedregosos o inestables que pueden provocar torceduras, caídas…
- El Camino Francés, partiendo de Sarria, a 100 kilómetros de Santiago, es una excelente opción para las personas mayores, porque es el itinerario jacobeo que cuenta con más servicios y mejores infraestructuras. Su perfil orográfico es significativamente plano.
Planifica jornadas cómodas
Aunque hayas hecho previamente una buena preparación física, si no tienes experiencia, planifica una ruta con pocas jornadas y etapas de pocos kilómetros. El Camino de Santiago no debe hacerse a la carrera. Cada peregrino debe establecer su propio ritmo.
Contratar servicios profesionales
Si aun estando bien y con ánimos te quedan algunas dudas o simplemente quieres prever contratiempos, puedes utilizar los servicios de agencias profesionales que pueden auxiliarte si aquellos se presentan en algún momento. Estas agencias se encargan de transportar el equipaje a diario, disponen de vehículo de apoyo para una emergencia, seguro de asistencia en viaje, alojamientos, etc. Además, siempre es recomendable contar con el apoyo de un seguro de viajes que se amolde a nuestras necesidades. Además con el servicio “Yo me ocupo” del Programa de Fidelización de Club MAPFRE, un experto , te ayudará a buscar información y hace gestiones en tu nombre. “Y tantos + beneficios del plan de Fidelización” para la Generación Senior.