Cuando te jubilas llega el momento de plantear qué hacer el resto de años y cómo aprovechar el tiempo. Ahora que puedes dedicarte a tus aficiones, también es conveniente pensar donde quieres vivir, más allá de que tu primer impulso sea hacer el viaje de tus sueños.  Hay muchas opciones, pero a la hora de fijar una residencia para disfrutar del merecido descanso mientras se cobra la pensión, las alternativas más atractivas suelen ser vivir en una ciudad o elegir una de las ensoñadoras casas en la playa que siempre deseaste.

Analicemos cuáles son los pros y contras de tener un piso en una gran ciudad o disponer de un apartamento en la costa. De este modo podrás valorar qué elección es la que mejor se adapta a ti. En cualquier caso, si te lo puedes permitir, recuerda que, además de la tranquilidad de contar con instrumentos de ahorro como un Plan de Pensiones MAPFRE, tener más de un piso y alquilarlo puede significar una fuente de ingresos adicional a tu pensión.

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Piso en la ciudad

Ventajas

Al vivir en una ciudad dispones de un mayor acceso a todo. Es sencillo encontrar supermercados en los que adquirir los productos básicos, pero también se dispone de calles con tiendas de ropa o establecimientos más específicos. Pero no solo nos referimos al ámbito comercial, pues es en los grandes centros urbanos es donde se suelen situar las sedes de los servicios públicos más demandados. De esta manera, si tienes que hacer trámites como la presentación de la declaración de la renta o acudir a un hospital, deberás trasladarte a una urbe.

Si te gusta disfrutar de las pinturas de los grandes maestros o acudir a musicales, deberás acudir a una ciudad. Son en las grandes metrópolis donde se congrega la mejor oferta cultural y donde están ubicados los museos más famosos o donde acuden los mejores artistas del espectáculo. Si quieres aprovechar tu tiempo como jubilado para disfrutar de la cultura, entonces deberás pensar en visitar recurrentemente este tipo de localidades.

Desventajas

En una ciudad viven muchas personas, las cuales apenas tienen contacto entre ellas. Puede darse la sensación de que pese a estar rodeado de gente, el trato humano con ellos es bastante pequeño. Cuando mayor es la ciudad, más complicado es observar ejemplos de un acercamiento social como sucede en los pueblos, donde sus habitantes mantienen un contacto más directo y amigable.

Las calles de las ciudades, sobre todo en la zona de centro, están abarrotadas de personas y a veces es complicado caminar sin tropezarte con alguien. Algo parecido sucede en sus carreteras, donde normalmente se forman atascos y donde aparcar puede convertirse en una misión casi imposible. Si no te gusta el ajetreo, quizás deberías desechar la idea de vivir en una población con muchos habitantes.

En una ciudad se agolpan a las afueras las fábricas y otras industrias que producen contaminación. Si a ello se le une el humo que causan los coches, el resultado es que los niveles de contaminación son bastante más elevados que en lugares menos habitados. A la larga este inconveniente puede perjudicar a tu salud.

Casas en la playa

Ventajas

La principal es muy sencilla de enumerar: el mar. Es difícil explicar todas las sensaciones que produce vivir al lado del mar o un océano. Disfrutar de los baños, sentir la brisa marina cuando se pasea o pisar la arena son algunas de las actividades que solo puedes hacer si habitas cerca del mar. Si eres de las personas que disfrutan de este tipo de placeres, entonces una casa en la costa debería ser tu opción.

Anteriormente, hemos mencionado la posibilidad de bañarse en el mar, pero es una actividad que merece un desarrollo más detallado. El agua salada y las olas hacen que meterse en el agua del mar no sea comparable con otro tipo de baños. Se dice que el agua del mar ayuda a sanar las heridas y es buena para alguna de las dolencias, al igual que caminar por la arena, que es una acción que varios expertos consideran saludable para el aparato locomotor.

Si te gusta pescar o el mundo náutico, vivir cerca del mar será una buena decisión. Puedes incluso aprovechar tus ahorros y adquirir un barco con el que visitar calas y lugares alejados de turistas donde descansar y disfrutar de tus pasiones.

El mar actúa como regulador natural de la temperatura. De este modo, las localidades situadas en la costa tienen unas temperaturas más suaves en verano y menos frías en invierno que las que se encuentran en el interior. Esto es muy positivo si no te gustan los cambios bruscos de temperatura. Además, el ambiente de este tipo de zonas es sensiblemente más húmedo.

Desventajas

Los lugares con playa se han convertido en las últimas décadas polos de atracción del turismo. Esto implica que durante los meses de verano aparecerán por el lugar muchas personas que puedan crear aglomeraciones y que impidan poder disfrutar por completo de la playa.

En ocasiones el turista que llega es un público joven que busca pasar un buen rato. El resultado es fiestas y música a todo volumen a altas horas de la madrugada. Para evitar este tipo de inconvenientes es importante conocer los lugares donde se juntan este tipo de personas y tratar de aislarte de este ambiente.

Por lo general, los lugares más bonitos de la costa tienen un modo de acceso algo complicado. Las playas donde menos personas se agolpan requieren usar carreteras estrechas que quizás sean complicadas de transitar con un coche por una persona madura y que demande hacer uso de un transporte público que quizás no llega hasta ese sitio.

Como puedes observar, hay múltiples ventajas en vivir en una ciudad y también en tener una casa en la playa. La elección dependerá de si prefieres estar cerca de establecimientos de venta o de espectáculos culturales o si te gusta el mar. Tu percepción sobre la gente también influirá e incluso tu estado de salud. Elijas el lugar que elijas, MULTIMAP te ayudará a tener el hogar que siempre has deseado contando con los «Y tantos + profesionales» para atenderte las 24 horas del día.