Estos conceptos cobran una especial importancia cuando hablamos de percibir la pensión de jubilación o la prestación por desempleo, así como cualquier otro tipo de prestación por parte de la Seguridad Social, como por ejemplo, por incapacidad temporal, riesgo durante el embarazo, maternidad y paternidad, etc.
¿Qué es la base de cotización?
Empezaremos comentando que tanto el empresario como el empleado tienen la obligación de cotizar a la Seguridad Social cada mes. Por lo tanto, la base de cotización se obtiene, de forma general, sumando el salario mensual (tanto en especie como en moneda), la parte proporcional de las pagas extras y el resto de pagos con vencimiento superior al del mes. Una vez calculada esta base, se le aplica unos porcentajes determinados para obtener la cuantía que se ha de aportar a la Seguridad Social mensualmente.
Existen dos tipos de bases de cotización:
- Para contingencias comunes: se utiliza para calcular las prestaciones por incapacidad temporal, incapacidad permanente, viudedad y orfandad por una enfermedad común o accidente no laboral, maternidad y pensión de jubilación.
- Para contingencias profesionales: las prestaciones se refieren a incapacidad temporal, incapacidad permanente, viudedad y orfandad derivadas de un accidente de trabajo o enfermedad profesional, y prestación por desempleo.
En todas las nóminas debe aparecer la base de cotización por contingencias comunes, aunque en el caso de que tengamos horas extras, también se reflejará la de contingencias profesionales. Hay que tener en cuenta también que las bases de cotización tienen un límite, tanto máximo como mínimo, en función de la categoría profesional y el grupo de cotización del trabajador.
¿Qué es la base reguladora?
La base reguladora es el importe que se toma como referencia para calcular las prestaciones económicas de la Seguridad Social y se obtiene aplicando unos porcentajes sobre la base de cotización que corresponda. Según el tipo de prestación (incapacidad, desempleo, jubilación, etc.), los porcentajes aplicados varían.
Este dato dependerá del sueldo y del tiempo que haya cotizado el beneficiario en cuestión y además determina la cuantía y el tiempo de la prestación.
Esperamos que con estos apuntes las diferencias entre la base reguladora y la base de cotización hayan quedado más claras. Si te interesa este tema porque estés pensando en el futuro cuando llegue el momento de retirarse de la vida laboral, te recomendamos contratar cuanto antes un Plan de Pensiones MAPFRE. Te asesoramos del plan que mejor encaja con tus necesidades personales y objetivos a largo plazo.