Se entiende por jornada parcial aquella en la que los trabajadores prestan servicios durante un número de horas al día, a la semana, al mes o al año inferior a lo que se considera un contrato de trabajo a tiempo completo. En este sentido, el cómputo total no suele exceder de 30 o 35 horas a la semana, aunque lo más común suelen ser 20 horas o menos.

Esta modalidad de empleo puede ser impuesta por la empresa o solicitada por el empleado. En cualquier caso, el objetivo es facilitar la flexibilidad en los centros de trabajo y potenciar la conciliación entre la vida personal y laboral de los trabajadores.

Ventajas del trabajo a tiempo parcial para los mayores

Las dificultades que se presentan en los próximos años para sufragar el sistema público de pensiones están obligando a plantear nuevas fórmulas, como, por ejemplo, prolongar la vida laboral a través de trabajos con jornada parcial. La idea está basada en la posibilidad de que las personas mayores compaginen un empleo con la prestación por jubilación.

Sin embargo, más allá de seguir contribuyendo a las arcas de la Seguridad Social, los contratos a tiempo parcial presentan otras ventajas para el colectivo de la tercera edad:

  • Continuar trabajando en una jornada parcial, pese a haber alcanzado la edad legal de jubilación, es una opción que impulsa el envejecimiento activo.
  • La permanencia en el mundo laboral permite conseguir unos ingresos adicionales que complementan la pensión pública.
  • Es una forma de mantener las relaciones sociales y seguir sintiéndose motivado.
  • Las personas mayores que continúan trabajando a tiempo parcial tienen la posibilidad de continuar realizando aportaciones a su plan de pensiones para conformar un mayor ahorro que permita disfrutar de los últimos años con total tranquilidad.

Jubilación y trabajo a tiempo parcial

Según establece la Seguridad Social, el disfrute de la pensión es incompatible con la realización de una actividad por cuenta ajena o propia que dé lugar a la situación de alta. No obstante, existen algunas excepciones:

  • Jubilación parcial: el trabajador puede acordar con la empresa la reducción de su jornada entre un 25 y un 50 por ciento. De este modo, es posible permanecer activo laboralmente y, al mismo tiempo, percibir la prestación por jubilación en la cuantía proporcional.
  • Jubilación activa: en esta situación, el beneficiario cobra el 50 por ciento de la pensión a cambio de compatibilizarla con un trabajo por cuenta ajena o propia, ya sea a jornada completa o parcial.
  • Jubilación flexible: las personas que ya sean pensionistas de jubilación pueden iniciar un trabajo a tiempo parcial con una reducción de jornada que oscile entre el 25 y el 50 por ciento.

Ventajas del trabajo a tiempo parcial para los jóvenes

Los jóvenes también son un colectivo que se puede beneficiar de las ventajas que ofrecen los trabajos de jornada parcial. Entre ellas destacan las siguientes:

  • Un puesto a tiempo parcial suele ser sinónimo de flexibilidad horaria, aunque varía según el sector y la empresa. No obstante, el hecho de trabajar solo unas horas al día o a la semana permite compaginar las obligaciones laborales con otras actividades, como, por ejemplo, el estudio de una carrera o una oposición.
  • Este tipo de contratos constituyen una buena oportunidad para que los más jóvenes vayan adquiriendo experiencia en un campo determinado. Se puede ver desde el punto de vista de entrar de forma progresiva en el mundo laboral.
  • Como consecuencia de la reducción de horas de trabajo, el nivel de estrés suele ser más bajo. Además de pasar menos tiempo realizando una actividad, la carga de responsabilidades también es inferior en la mayoría de los casos.