Todos nos sabemos la teoría: a final de mes hay que separar la cantidad que hayamos definido para nuestro ahorro y guardarla, o lo que es lo mismo: tener un buen plan de ahorro. Pero, ¿y si ya nos lo hemos gastado, se nos olvida o tenemos un imprevisto? Entonces ese mes no somos capaces de ahorrar, no apartamos nada y el mes siguiente, vuelta a empezar.

El preahorro, una buena opción para despistados

Es la mejor manera de ahorrar si sabemos que no vamos a llegar a final de mes de una manera muy desahogada. En lugar de esperar a ver qué cantidad podemos ahorrar y guardarla entonces, con el preahorro establecemos una cantidad fija como un gasto más a principio de mes.

En cuanto cobramos nuestros ingresos desviamos esa cantidad a una cuenta de ahorro fuera de la cuenta de gastos. De esta manera no tendremos que tocarla. En el caso de los despistados que no se acuerdan de apartar esa cantidad a final de mes, el preahorro es muy buena solución, ya que puedes dar una orden de transferencia fija todos los meses el día que tú quieras, y si lo haces en los días en que percibes tus ingresos, siempre podrá hacerse efectiva.

¿Qué cantidad establecer?

Esta pregunta es difícil de responder: depende de tus ingresos y de tus gastos fijos. Aquí entran en juego una buena organización financiera y conocer exactamente cuáles son tus gastos a final de mes. Siempre puede haber imprevistos pero conocer tu salud financiera es fundamental.

Si después de ver las cifras consideras que puedes ahorrar 100 euros sin arriesgarte a quedarte en “números rojos”, perfecto: esa será tu cantidad a preahorrar. ¿Que no llegas y sólo puedes apartar 50, o bien estás más cómodo económicamente y quieres destinar 300? No hay problema, eso depende de cada caso en concreto y aquí juega un papel muy importante la educación financiera.

Eso sí, hazlo el mismo día que cobres haciendo la transferencia a la cuenta de ahorro o estableciendo una transferencia periódica con tu banco. Podemos decir de esta manera que la cantidad a preahorrar es un gasto fijo más.

¿Cómo puede ayudarte el preahorro?

Principalmente hará que tengas el ahorro en tu mente. Hagas la transferencia tú o se lo hayas ordenado al banco, siempre tendrás presente que ese dinero está “a salvo” de imprevistos o despistes, y a final de año o del periodo que te hayas propuesto, te habrás juntado con una buena cantidad. Los expertos financieros establecen que el ahorro debe ser un 20% de tus ingresos mensuales, pero eso a veces no es fácil.

Lo importante es ir adquiriendo el hábito y tomar conciencia de la importancia del ahorro, y si al principio destinamos una cantidad menor no pasa nada, lo que importa es ir apartando dinero todos los meses.

Ejemplo práctico

Julia gana 1.800 euros de salario mensual, su marido Alberto recibe de su negocio una cantidad neta al mes de 2.900 euros. Su hipoteca les cuesta 1.200, sumando los gastos de seguro médico, coche, comida, gasolina, seguros de coche y hogar, telefonía, gastos de la casa a final de mes tienen aproximadamente unos 1.400 euros en la cuenta conjunta. Si destinan 300 euros a preahorrar, lo cuentan como un gasto fijo a principio de mes y en un año la cuenta de ahorro habrá crecido 3.600 euros.

Pueden prever que algún mes tendrán más gastos (viajes, compromisos como una boda, un gran regalo o una avería no cubierta por el seguro, por ejemplo) y aun así ser capaces de asumirlo. Si un mes esos imprevistos son mayores y destinan menos dinero a preahorrar no pasa nada, siempre y cuando no dejen de hacerlo al mes siguiente. Al igual que si un mes tienen mayores ingresos, pueden aportar algo más a la cuenta de ahorro.

Recuerda que la mejor forma de rentabilizar tu dinero si no quieres dejarlo en una cuenta sin más son los Planes de Ahorro de MAPFRE, que se ajustan a tu perfil inversor y tus necesidades a medio-largo plazo.

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