El salario mínimo en España no supera los 800 euros, por ello muchas personas tienen que hacer auténticos malabarismos para poder llegar a fin de mes. En estos casos, la elaboración de un presupuesto mensual y de una correcta distribución del sueldo es absolutamente esencial ya que te ayudará a eliminar gastos superfluos y a poder ahorrar dinero mes a mes.

Ahorrar es complicado, pero lo recomendable es que realices cada mes una planificación en la que distribuyas tu sueldo de la manera más eficiente posible. De esta forma, aunque la asignación mensual dedicada al ahorro sea reducida te permitirá ir creando un colchón que te permitirá disponer de dinero ante una emergencia o para tu jubilación.

A pesar de que el salario sea bajo y los precios de la vivienda sean bastante elevados en algunas ciudades, con la correcta planificación y organización de los recursos, conseguirás optimizar tus ingresos para poder sacarles el máximo partido. Debes tener siempre en cuenta que los gastos que realices de manera mensual no pueden ser nunca superiores a tu poder adquisitivo.

Cómo distribuir tu sueldo

    Para lograr mantener una economía saneada y ser capaz de distribuir de manera eficiente tu salario, es recomendable que realices una administración muy detallada. En ella deberás indicar los datos que debes afrontar de manera obligatoria y de cuáles de ellos podrías prescindir.

    Lo más sencillo para mantener tus gastos a la vista, es utilizar una plantilla de Excel en la que podrás ir anotando todos los consumos que hagas y el importe de estos. Además, existen multitud de aplicaciones pensadas para ahorrar que te ayudarán a realizar de forma visual y sencilla presupuestos y controlar mejor tus gastos e ingresos.

    Gastos en el hogar

    Lo primero que debes hacer para poder distribuir correctamente tu sueldo es limitar los gastos en tu casa. Para ello, los expertos recomiendan dividir el salario en varias partes, la primera de ellas, la destinada a los consumos generales de la casa no debe superar el 30 por ciento. Dentro de esta partida estarían los gastos de alquiler y de hipoteca, los seguros, impuestos y los consumos en luz, agua y calefacción. Revisa lo que estás pagando y comprueba si puedes ahorrar en alguno de ellos pasándote a tarifas más baratas o mudándote a otro lugar en el que el alquiler sea más asequible.

    Nivel de endeudamiento

    En ocasiones, es posible que tengas préstamos al consumo debido a que has adquirido un coche o que has tenido que hacer frente a un gasto con el no contabas. En este caso, y antes de pedir dinero prestado, debes tener en cuenta tu capacidad de endeudamiento. Según los expertos, esta no debe superar el 20 por ciento del salario percibido al mes. Si debido a préstamos anteriores has superado esta cifra, puedes reorganizar las deudas pendientes para poder llegar a financiaciones más ventajosas.

    Transporte

    Los desplazamientos son esenciales, ya sea para acudir al trabajo o para disfrutar del ocio. En muchas ocasiones es necesario que utilices tu coche particular, pero en otras deberás hacerlo en transporte público. Esta partida también podrás organizarla e incluir en ella los gastos de combustibles o los abonos de transporte que utilices al mes para controlar el consumo que haces de cada uno de ellos y cómo puedes ahorrar. Lo más recomendable es que los gastos derivados de los desplazamientos que realices tanto en coche como en transporte público no excedan del 15 por ciento de tu salario.

    Ahorro

    Lo más importante a la hora de distribuir correctamente tu sueldo es que reserves una parte para el ahorro. Para ello, es esencial que cuentes con una buena planificación y que dediques al menos un 10 por ciento de tu sueldo a este fin. Por ejemplo, si cuentas con un sueldo de 1.000 euros al mes, la parte que deberás destinar al ahorro debería ser de 100 euros, una cantidad que podrás alcanzar con facilidad si sabes cómo puedes reducir gastos innecesarios. A medida que el salario crezca, el dinero que puedas ahorrar también lo hará.

    Caprichos y gastos personales

    Si realizas una suma de los porcentajes indicados en los apartados anteriores podrás ver que se corresponden con el 75 por ciento del total del salario percibido, por lo que podrás disponer de ese 25 por ciento adicional para dedicarlo aquello que necesites. Podrás invertirlo en algún capricho puntual o en incrementar alguna de las partidas anteriores si estas están algo más descompensadas. La mejor opción es que intentes dedicar esta parte al ahorro siempre que puedas, de esta manera podrás hacer frente a imprevistos y emergencias sin problemas.

    Mantener una economía saneada es sencillo si sabes cómo distribuir correctamente tu salario. Realiza distintas partidas que te ayuden a visualizar aquello que es imprescindible y lo que no. Además, de esta forma podrás incrementar tu capacidad de ahorro y conseguir invertir ese dinero adicional de manera inteligente.