La Red ha avanzado mucho en los últimos años. Aunque la Web 2.0 aún continúa desarrollándose, la tercera versión de Internet empieza a tomar fuerza. Lo que antes parecía algo impensable comienza a vislumbrarse como una realidad. Ver, oír o sentir a través de un dispositivo es el nuevo reto que se ha bautizado como “Web 3.0”. Pero abarca mucho más.

Qué es la web 3.0

La Web 1.0 era un proveedor de información estático donde podíamos acceder a la información, pero no interactuar. La Web 2.0 fue un paso más allá permitiéndonos la interacción y colaboración entre usuarios. Ahora, la Web 3.0, supone un cambio radical tanto en cómo se hacen los sitios webs como en la forma en el que las personas interactúan.

La clave de la tercera generación de Internet es que se centra en la comprensión y análisis de los datos para proporcionar una web semántica. Dicho de otra forma: es un entorno online en el que las máquinas podrían interpretar páginas web de la misma forma que lo hacemos los humanos.

Para ello, se basará en tecnologías descentralizadas como blockchain y redes peer-to-peer, en la Inteligencia Artificial y en el metaverso.

Por el momento, la Web 3.0 no se ha implementado del todo, por lo que se basa más en un ideario que en hechos objetivos y analizables. No obstante, como veremos más adelante, ya hay algunos ejemplos de lo que supone esta nueva forma de hacer webs más inteligentes, abiertas y adaptadas a cada usuario.

Ejemplos de Web 3.0

Como decimos, la Web 3.0 es, por el momento, un conjunto de “buenas intenciones”, por lo que es difícil encontrar modelos de lo que significa realmente su aplicación en el entorno de Internet.

No obstante, hay algunos ejemplos, como Siri de Apple o Alexa de Amazon, que utilizan inteligencia artificial y técnicas de reconocimiento de voz para ofrecer resultados y realizar acciones.

Además, grandes empresas han puesto todos sus esfuerzos en desarrollar tecnologías 3.0. Google lleva varios años dirigiendo todos sus esfuerzos al desarrollo de la web semántica. Durante la última década ha adquirido varias de las empresas relacionadas con la Web 3.0, como Applied Semantics o Metaweb Technologies.

De hecho, el gigante tecnológico ya había dado pasos en este sentido con su buscador. Si hacemos una búsqueda, no nos ofrece únicamente una serie de enlaces, también nos da una respuesta concreta. Es decir, el buscador ha entendido lo que queremos.

Usos de la Web 3.0

La web 3.0 cambiará radicalmente la forma en que se hace y usamos Internet:

  • Con esta evolución de Internet podremos navegar en el metaverso, permitiendo diseños 3D y con la posibilidad de añadir periféricos de IoT.
  • Gracias a la web semántica, las máquinas entenderán y conocerán a cada usuario, lo que permite adaptar todos los datos a cada usuario y traer resultados personalizados.
  • La Web 3.0 dará mayor libertad tanto a creadores como usuarios. Mediante protocolos y redes descentralizadas, estos últimos tendrán el control total de sus datos. Y gracias a su naturaleza descentralizada, esta nueva versión será más fiable al eliminar la posibilidad de un único punto de falla.
  • La tercera generación será más accesible para todos, en cualquier lugar y momento gracias a los sensores de IoT.

Finanzas descentralizadas en la web 3.0

Además de la Inteligencia Artificial y los gráficos 3D, toda esta tecnología se desarrolla sobre blockchain, lo que, junto con la descentralización, ofrece una plataforma democrática y libre que gira en torno al usuario, sin que la información compartida sea gestionada por terceras partes centralizadas.

Como consecuencia, surge un nuevo concepto: el de finanzas descentralizadas. Es decir, productos financieros que no se parecen en nada a los que conocemos en la actualidad y que, gracias a las criptomonedas, ofrecerá a los usuarios una rentabilidad mucho más alta.