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Cuando recibes tu nómina cada mes, verás que en ella aparecen varios conceptos, uno de ellos son las retenciones IRPF según salario. Este porcentaje dependerá del salario bruto anual que recibas, además de las diferentes variables de tu situación personal. Se establece por tramos y se aplica a todos los trabajadores en sus nóminas.
¿Qué es el IRPF?
El Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas, es un impuesto progresivo que se aplica mensualmente en todas las nóminas de los trabajadores por cuenta ajena. En el caso de los trabajadores que desempeñen su trabajo por cuenta propia, este tipo de impuesto se descontará en cada factura que emitan.
En el fondo se trata de un adelanto que cada trabajador realiza a Hacienda, este corresponde a lo que deberá pagar cuando llegue el momento de realizar la declaración de la renta. Llegado ese momento, si las aportaciones realizadas por el trabajador en concepto de IRPF son menores de las que le corresponden por su salario bruto anual, este deberá abonar la parte correspondiente a Hacienda.
Es decir, cuando la retención aplicada durante el año anterior en la nómina del empleado ha sido inferior a lo que le corresponde, este debe pagar hasta que lo complete. En el caso de que las aportaciones mensuales del trabajador sean superiores a lo que le corresponde teniendo en cuenta su salario, Hacienda le devolverá lo que le corresponde.
El IRPF no es igual para todo el mundo y está ligado a tramos de salario bruto anual. Así mismo, las rentas más bajas, no están obligadas a la realización de la declaración de la Renta y, por tanto, al pago del IRPF. Para calcular el porcentaje que corresponde a cada trabajador en su nómina se tiene en cuenta una escala porcentual basada en las rentas percibidas por el trabajo a lo largo de un año. Siempre se aplica sobre el salario bruto anual.
Se trata de un impuesto progresivo que va aumentando a medida que lo hacen los ingresos. Además de los factores puramente económicos, para cada trabajador se tienen en cuenta sus factores personales, como puede ser una minusvalía, su estado civil, los familiares a su cargo, si tiene o no hijos, el número de hijos que tiene, el ahorro o la duración del contrato, entre otros.
¿Cómo calcular el IRPF que te corresponde?
La Agencia Tributaria dispone en su web de una herramienta avanzada que te permite calcular con exactitud el IRPF que te corresponde según tu situación personal y tu salario bruto anual. Para calcularlo tan solo deberás rellenar los parámetros que se te indican desde la Web y computar qué porcentaje debería aplicarse cada mes en tu nómina. Además, verás el valor de la parte que debes pagar a Hacienda y, por tanto, lo que percibes mensualmente de manera neta.
En los presupuestos generales de 2024, el Gobierno recogía que el salario bruto anual por el que es obligatorio tributar IRPF subió, lo que ha beneficiado a las rentas más bajas. El umbral se sitúa ahora de los 14.000 euros, en los 15.000 euros brutos anuales.
Hasta 2022, las personas con rentas entre los 15.000 y 18.000 euros se beneficiaban de una reducción fiscal. La buena noticia es que con los nuevos Presupuestos Generales del Estado, esta rebaja se extiende a todos los contribuyentes que perciban un salario bruto anual de entre 15.000 y 21.000 euros, que equivale al salario mediano de España, según cálculos del Gobierno. Dicho en otras palabras: aproximadamente la mitad de los asalariados se benefician de esta medida.
Si tras realizar el cálculo compruebas que el IRPF que estás pagando cada mes no es el adecuado, puedes hablar con el departamento de finanzas de tu empresa para que te lo ajusten correctamente.
Los tramos de IRPF según el salario
Así es como están en 2024:
• Desde 0 hasta 12.450 euros: 19%
• Desde 12.450 hasta 20.2000 euros: 24%
• Desde 20.200 hasta 35.200 euros: 30%
• Desde 35.200 hasta 60.000 euros: 37%
• Desde 60.000 hasta 300.000 euros: 45%.
• Más de 300.000 euros: 47%.
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