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El contrato fijo discontinuo es una figura bastante utilizada en las empresas españolas. Debido a que los trabajos que se realizan en una compañía son estables, pero no continuos en el tiempo, este tipo de empleos tiene unas particularidades propias.
Como su nombre indica es un contrato fijo, es decir, indefinido. Sin embargo, debido a la naturaleza de las actividades que deberá llevar a cabo el trabajador y a la discontinuidad de estas en el tiempo, se usa esta figura. Es decir, el contrato es estable porque las tareas así lo son, pero no se realizan de forma constante en el tiempo.
Este tipo de contratos son muy frecuentes en aquellos trabajos que se desarrollan en temporadas concretas como pueden ser los de recogidas de alimentos, hostelería, servicios o personal escolar. En este tipo de empleos, el trabajo está delimitado por un espacio de tiempo más o menos definido.
Pongamos como ejemplo a un cocinero de un centro escolar. Este solo trabajará durante los meses en los que haya comedor en el colegio. Durante el verano no se presta este servicio por lo que el trabajador ya no tiene que desempeñar su tarea, pero a pesar de ello, el comedor volverá a abrir sus puertas cuando comience un nuevo curso y el trabajador volverá a su puesto.
Por tanto, aunque se le asemeje, no se trata de un contrato de carácter temporal. Estos profesionales forman parte de la plantilla fija de la empresa, pero su trabajo no se desempeña durante todo el año. Con este tipo de contrato indefinido, los empleados cuentan con el derecho de ser incorporados en su puesto cuando comience la nueva temporada.
Ventajas de un contrato fijo discontinuo
De forma simplificada tiene las mismas ventajas que un contrato indefinido. Para una empresa, significa que podrá acceder a las reducciones y bonificaciones que se hayan reservado para la contratación de trabajadores en el régimen de indefinidos.
Por otro lado, esta forma de contratación facilita la tarea de adaptarse a las necesidades del mercado y poder controlar mejor el volumen, manteniendo un personal estable y con una formación y experiencia ya probada. Por tanto, la empresa podrá contar con profesionales cualificados y correctamente formados en cada temporada sin volver a invertir en la preparación de nuevos trabajadores temporales.
Debido a que el contrato es indefinido, para el trabajador significa un compromiso por parte de la empresa de que va a ser llamado para la próxima temporada. Además, en el caso de que se incumpla esta parte, tendrá derecho a indemnizaciones por despido o fin de contrato llegado el momento.
Por contra, el trabajador nunca llega a alcanzar la estabilidad económica que puede aportar un contrato indefinido ya que los meses de cobro serán aquellos en que se encuentre trabajando.
¿Cómo debe ser un contrato fijo discontinuo?
Los contratos fijos discontinuos se deben presentar siempre por escrito y en un modelo oficial del Servicio Público de Empleo Estatal y salvo que la empresa indique lo contrario, este siempre será en jornada completa.
Al igual que el resto de contratos, un modelo de contrato fijo discontinuo debe indicar cuál será la duración de la actividad que va a realizar el profesional. Es posible que esta pueda alargarse más en el tiempo o reducirse teniendo en cuenta diversos factores, por lo tanto, esta siempre será estimada.
Además, deberá tener en cuenta cuál es el Convenio Colectivo del trabajador y aplicar los criterios que sean necesarios para poder llamar de nuevo a los empleados. En este caso, las normas establecidas en cada uno de los convenios serán las indicadas de fijar el orden de llamamiento de trabajadores y su contratación para cada una de las temporadas.
En cuanto a las cotizaciones a la Seguridad Social, un trabajador fijo discontinuo tiene las mismas condiciones que uno indefinido. Por tanto cotizará de igual modo por desempleo, jubilación, incapacidad y contingencias de enfermedad común, siendo su base reguladora la misma que la de sus compañeros. Así mismo, tendrá derecho a los mismos días de vacaciones y pagas extra.
Establecer la jornada laboral
Los contratos de este tipo admiten cualquier jornada ya sea esta completa o parcial. Esto dependerá de las horas que se necesiten para realizar la actividad para la que el trabajador ha sido contratado. Debido a las particularidades de estos empleos, no es posible fijar la distribución horaria, aunque sí deberá fijarse de manera estimada.
Por otro lado, los trabajadores con estos contratos que se encuentren desempeñando su tarea a tiempo completo no podrán realizar horas extraordinarias. En el caso de que su jornada sea parcial, sí que podrán optar a ellas siempre dentro de los límites de la legalidad establecida para las horas complementarias.
El llamamiento
La reincorporación a la empresa para la nueva temporada de un trabajador se realiza mediante llamamiento. Este proceso debe estar fijado y regulado en el convenio colectivo por el que se rige el empleado.
Si la empresa tras el llamamiento no se pone en contacto con el empleado, se entiende que este ha sido despedido y que la compañía prescinde de sus servicios para la próxima temporada. En estos casos el trabajador tiene derecho a presentar una papeleta por despido improcedente debido a que la empresa no ha cumplido con el contrato. Para presentarla, como en el caso de cualquier contrato indefinido, debe hacer dentro de los 20 días hábiles siguientes a la fecha del llamamiento.
¿Tienen derecho a cobrar el paro?
Los trabajadores con un contrato fijo discontinuo tienen derecho a cobrar el paro como cualquier otro empleado que sea indefinido. Pero, a pesar de ello, las circunstancias especiales de este tipo de contratos hacen que exista una normativa especial para poder recibir una prestación por desempleo en estas circunstancias.
Esta se basa en una regla especial en la que se contabiliza el tiempo cotizado teniendo en cuenta las bases reguladoras del trabajador. Por otro lado, pueden acceder a distintas prestaciones al mismo tiempo siempre y cuando cumplan los requisitos establecidas para cada una de ellas.