La pensión no contributiva es el salvavidas para las personas que, por un motivo u otro, no han cotizado el tiempo suficiente como para cobrar la prestación contributiva por jubilación o por incapacidad permanente.

Y es que, es necesario haber trabajado y cotizado un mínimo de 15 años a la Seguridad Social para percibir ese tipo de pensión, y todavía más para cobrar el 100% de la pensión. Quienes no alcanzan esas cifras cobrarán una pensión mínima que será no contributiva.

Como ingreso de último recurso, es fácil pensar que no se puede perder la pensión no contributiva. Nada más lejos de la realidad. La Seguridad Social puede retirar este tipo de prestación si se dan situaciones concretas.

Causas para perder la pensión no contributiva

¿Por qué te pueden retirar la pensión no contributiva? ¿Cuándo se pierde la pensión no contributiva? La Seguridad Social contempla cuatro motivos por los que perder esta prestación.

Superar los ingresos máximos

El primero motivo para dejar de cobrar la pensión no contributiva tiene que ver con tus ingresos. Esta prestación no tiene carácter universal para todos los que no hayan cotizado lo suficiente.

Para tener derecho a cobrarla hay que cumplir una serie de condiciones. Entre los requisitos para percibir la pensión no contributiva figura el no superar un cierto umbral de ingresos. Estos límites dependen de la unidad familiar, es decir, que se tiene en cuenta la situación familiar y el número de personas que convivan con el perceptor.

La Seguridad Social entiende que no se tienen ingresos suficientes cuando los ingresos personales para todo el año sean inferiores a 6.402,2 euros al año. Además, en caso de convivir con otros familiares, se tendrá en cuenta la renta total de la unidad familiar.

Estos son los límites para unidades familiares y de convivencia de hasta el segundo grado de consanguinidad, que incluye a padres, abuelos, hijos, nietos y hermano.

Número de convivientes

Límite anual

2

11.533,72 €

3

16.282,90 €

4

21.032,08 €

 

Si dentro de la unidad figuran los hijos o padres, estos límites aumentan en la siguiente medida:

Número de convivientes

Límite anual

2

28.834,30 €

3

40.707,25 €

4

52.580,20 €

 

No declarar ingresos

Uno de los motivos para perder la pensión no contributiva es evitar declarar los ingresos de la unidad familiar. Dado que es uno de los requisitos para percibir la prestación, la Seguridad Social necesita conocer cuáles son estos ingresos que deben declararse durante los primeros 3 meses del año.

Ese es el plazo para declarar los ingresos de la unidad de convivencia. Si no declaras los ingresos, la Seguridad Social suspenderá la pensión no contributiva, aunque se puede volver a activar una vez se informe de ellos, siempre que se cumplan los límites que ya has visto.

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No informar de cambios en tu situación personal

En línea con la causa anterior, si tu situación cambia y no informas, pueden retirarte la pensión no contributiva.

Esto afecta a cuestiones como tu estado civil, la unidad de convivencia o tu lugar de residencia. Por eso mismo es habitual pensar que si me caso pierdo mi pensión no contributiva, cuando en realidad no es así. Sólo lo harás si no informas o si tras casarte ya no cumples con los requisitos.

Además, si no has informado de un cambio y has cobrado de más o no tenías derecho a percibir la pensión no contributiva, te pueden hacer devolver ese dinero.

Cambios en el oficio

Si cambias de trabajo de oficio, la Seguridad Social puede retirarte la pensión si esa variación afecta a los requisitos mínimos para cobrar la pensión no contributiva.

Esto ocurriría, si, por ejemplo, aumentan tus retribuciones porque te cambias de oficio o trabajo y superas el umbral mínimo de ingresos.

Me han quitado la pensión no contributiva: qué hacer

¿Qué puedes hacer si te han retirado la pensión no contributiva? La solución en estos casos es sencilla. Volver a solicitarla asegurándote de que cumples los requisitos para cobrarla. Si no has informado de los ingresos de la unidad familiar hazlo y lo mismo aplica para cualquier cambio en tu situación personal.

Disponer de un servicio de asistencia jurídica como el que incluye el Seguro de Hogar Familiar MAPFRE puede ser de ayuda ante este tipo de situaciones.

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