En los últimos años, plataformas de alquiler vacacional como Airbnb han hecho que el número de pisos turísticos aumente considerablemente en las grandes ciudades como Madrid y Barcelona. El problema de este tipo de alojamientos es que no cuentan con licencias autonómicas de explotación y están contribuyendo al incremento de los precios y la gentrificación en las zonas centro de las principales ciudades.

Pisos turísticos ilegales

En los últimos meses, el Ayuntamiento de Madrid ha procedido al cierre de 147 pisos turísticos que no cumplían con la normativa legal vigente para desempeñar su actividad. Desde mayo y durante los próximos 5 meses, el consistorio ha puesto en marcha un nuevo plan con el objetivo de investigar y cerrar aquellos pisos que no cuenten con todos los permisos en regla.

Desde el ayuntamiento madrileño se estima que aun hay unos 8.000 pisos de alquiler turístico ilegales repartidos por los barrios de Salamanca, Centro, Chamberí o Moncloa. El Gobierno central, por su parte, busca también soluciones a este problema que ya afecta a las principales capitales españolas.

María Reyes Maroto, ministra de Industria, Turismo y Comercio, reconocía que existe una “indefinición jurídica” con respecto a la vivienda de alquiler turístico en España. En su comparecencia se comprometió a revisar la normativa para buscar diálogo y consenso con las comunidades autónomas de manera que se permita una buena convivencia entre vecinos y turistas.

Tanto los vecinos de los bloques afectados por este tipo de viviendas, como los propietarios de hoteles y apartamentos turísticos legales, se quejan de la impunidad que tienen este tipo de establecimientos y de las irregularidades que están cometiendo en materia de impuestos.

Cómo convertir un piso en un apartamento turístico legal

Para que un piso turístico sea legal debe contar:

  • En primer lugar con una cédula de habitabilidad o licencia de primera ocupación. Se trata de garantizar que en la vivienda se puede vivir y que cuenta con todos los servicios necesarios para ello. Del mismo modo, debe estar amueblada y acondicionada correctamente para su uso turístico. Aquí te contamos cómo tramitar la cédula de habitabilidad.
  • El piso deberá inscribirse en el registro de viviendas turísticas. En este momento se le concederá un número de identificación que le otorga la capacidad de poder explotar turísticamente dicha casa. La mayoría de estos establecimientos suelen contar con una placa en la que podrás leer AT, al igual que la tienen los hoteles y hostales.
  • El propietario tiene la obligación de declarar esa vivienda a hacienda. Si se trata de una gestora, deberá pagar el IVA correspondiente a su actividad y si se trata de un particular, la tributación se realizará aplicando el IRPF de alquiler correspondiente en su declaración de la renta.
  • En cuanto a la duración de los contratos, su tiempo es limitado, es decir, una vivienda de este tipo no puede alquilarse a la misma persona durante más de 3 meses al año. El incumplimiento de dichas medidas puede conllevar multas de entre 3.000 y 600.000€ además del cierre definitivo de la vivienda para este uso.

Alquilando tu vivienda vacacional en ellos, evitarás timos como los que figuran en la red  en los que la vivienda alquilada nunca existió. Para que nada amargue tus vacaciones, reserva siempre en sitios legales y asegura tu verano con tu Seguro de Viajes MAPFRE.

Pisos turísticos a raíz del Covid-19

Debido a la crisis generada por el Covid-19, el turismo nacional e internacional se ha visto mermado hasta prácticamente desaparecer. La mayoría de plataformas han optado por el reembolso de las reservas ya realizadas y los dueños de estos apartamentos se ven en una situación límite. Es por ello que muchos han optado por alquileres de temporada en lugar de alquileres turísticos, con el fin de salvar las pérdidas.

A pesar de la incertidumbre, lo que está claro es que a partir de ahora los usuarios exigirán, además de todos los requisitos de legalidad del inmueble, una serie de confianzas por parte de los propietarios. Tanto a nivel de desinfección de las viviendas turísticas como unas políticas de cancelación más flexibles, así como un check-in y check-out más autónomo que garantice las medidas de seguridad y el contacto mínimo entre propietarios e inquilinos.