Resumen del contenido
Las mutuas de trabajo nacieron para gestionar los accidentes de trabajo, actualmente han ganado en competencias y dependen de forma directa de la Seguridad Social que las autoriza. Actualmente, existen en España 19 mutuas colaboradoras del ente público nacional.
¿Qué es una mutua de trabajo?
Aunque popularmente las mutuas se conocen como mutuas de trabajo, de accidentes o de prevención; normativamente las mutuas responden a un concepto único y tienen todas esas funciones entre sus objetivos.
Una mutua es una asociación de empresarios sin ánimo de lucro que colabora con el sistema de la Seguridad Social en la gestión de contingencias profesionales relacionadas con los empleados por cuenta ajena y también los autónomos.
Hay 4 características que definen la naturaleza mixta –público-privada- de las mutuas y que ayudan a entender su importancia y forma de funcionamiento.
- Son organizaciones sin ánimo de lucro, no obtienen beneficios con su labor.
- Son designadas y autorizadas para poder funcionar por el Ministerio de Trabajo y Seguridad social.
- La dirección y tutela de las mutuas es de la Administración del Estado, a través de la Secretaría de Estado de Seguridad Social y sus organismos adscritos.
- Gestionan recursos y servicios de carácter público.
Funciones principales de las mutuas
En España se reconoce la aparición de las mutuas de trabajo en el año 1900, pero desde entonces han cambiado mucho tanto en funciones como en obligaciones y forma de gestión. Han ganado en competencias concretas derivadas de las prestaciones actuales que brinda el estado a los empleados.
- Gestión de la prestación de incapacidad temporal por contingencias comunes desde 1996.
- Prestaciones de riesgo durante el embarazo y riesgo durante la lactancia natural desde 2007.
- Cese de actividad de los trabajadores autónomos desde 2010.
- Prestación de cuidado de menores afectados por cáncer u otra enfermedad grave desde 2011.
La normativa actual reconoce que las mutuas son las encargadas de la gestión de los accidentes de trabajo, enfermedades profesionales y la prevención de riesgos laborales. Así como la mejora de las condiciones de trabajo y salud en las empresas.
Las mutuas se encargan de la asistencia sanitaria, incluida la rehabilitación, en los casos de enfermedad profesional y de accidentes de trabajo. Para el resto de situaciones, el ciudadano cuenta con la posibilidad de asegurar su asistencia sanitaria y la de su familia con un seguro de salud privado. Las prestaciones de muerte y supervivencia derivadas de un accidente de trabajo o enfermedad profesional también se incluyen dentro de las labores de las mutuas.
¿Cómo funciona una mutua? ¿Son obligatorias?
Los trabajadores tienen que tener cubiertas sus contingencias profesionales de la Seguridad Social. Las mutuas se encargan de un conjunto de prestaciones, pero el empresario o el trabajador por cuenta propia, según el caso, tiene capacidad de libre elección, las mutuas no son asignadas de forma obligatoria.
Todas las mutuas funcionan de forma semejante, están sujetas al mismo tipo de control y financiación, por lo que no deben existir grandes diferencias entre unas y otras en ese sentido. El empresario suele basar su elección en detalles como la proximidad y el número de centros de atención de los que podrán disfrutar sus empleados.
La libertad de elección tanto para empresarios como para autónomos es total. Solo la incapacidad temporal por contingencia común de sus trabajadores –bajas– tanto en el caso de los autónomos como de los empresarios tiene que cubrirse a través de una mutua de forma obligatoria.
Las contingencias profesionales, sin embargo, no tienen que ser obligatoriamente gestionadas por mutua. Se puede optar por la protección de estas contingencias a través de una entidad gestora de la Seguridad Social -Instituto Nacional de la Seguridad Social e Instituto Social de la Marina- o de una Mutua. Con independencia de lo que se elija, el contenido y alcance de la obligación de cotizar es exactamente el mismo.
Cuando el empresario se decanta por una mutua para la gestión de las prestaciones de sus empleados, se suscribe un Convenio de Asociación que recoge los derechos y obligaciones de los empresarios. Estos contratos son de duración y renovación anual.
Financiación de las mutuas
La naturaleza mixta de las mutuas y su condición de organización sin ánimo de lucro hacen que a menudo se tengan dudas sobre cómo se financian este tipo de entidades. Sin embargo, es un tema que está perfectamente recogido en la legislación. Se reconoce su financiación a partir de las aportaciones de dos cuotas.
- Cuota por gestión de contingencias comunes
El presupuesto para esta partida se obtiene a partir de un porcentaje o fracción sobre las cuotas por contingencias comunes: a cargo tanto de los empresarios como de los trabajadores, la Tesorería General de la Seguridad Social se encarga de su recaudación.
- Cuota por gestión de las contingencias profesionales
Proviene de las primas de accidentes de trabajo aportadas exclusivamente por el empresario y recaudadas por la Tesorería General de la Seguridad Social. La cotización por accidentes de trabajo y enfermedad profesional se calcula mediante la aplicación de una tarifa, según la actividad económica desarrollada por la empresa, utilizando la Clasificación Nacional de Actividades Económicas.
¿Hay beneficios en las mutuas?
Los empresarios que conforman una mutua no reciben beneficios. La gestión de las cuotas –excedentes- se organiza a través de fondos de reservas de estabilización que deben organizar cada una de las mutuas conforme a lo exigido para cada una de las prestaciones.
Gestión de contingencias profesionales
Se exige una dotación de reserva de estabilización equivalente al 30 por ciento de la media anual de las cuotas ingresadas en el último trienio por estas contingencias. Este porcentaje puede elevarse de forma voluntaria, hasta el 45 por ciento. El excedente que resulte, después de dotar esta reserva, se aplica también en porcentajes determinados.
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80 por ciento del excedente al Fondo de Contingencias Profesionales de la Seguridad Social, adscrito a los fines de la Seguridad Social, se puede dedicar a la creación o renovación de centros asistenciales y de rehabilitación, realización de actividades de investigación, desarrollo e innovación de técnicas y tratamientos terapéuticos y rehabilitadores de patologías derivadas de accidentes de trabajo y de enfermedades profesionales, así como a incentivar en las empresas la adopción de medidas y procesos que contribuyan eficazmente a la reducción de las contingencias profesionales.
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El 10 por ciento se dedica a la dotación de una Reserva Complementaria que se puede destinar al pago de exceso de gastos de administración, de gastos procesales derivados de pretensiones que no tengan por objeto prestaciones de Seguridad Social y de sanciones administrativas.
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El 10 por ciento del excedente restante se destina a una Reserva de Asistencia Social para el pago de prestaciones de asistencia social autorizadas.
Gestión de las contingencias comunes
Las Mutuas financian una Reserva de Estabilización que tiene una cuantía mínima equivalente al 5 por ciento de las cuotas ingresadas durante el ejercicio por estas contingencias y el excedente que resulte se ingresará en el Fondo de Reserva de la Seguridad Social.