Muchas empresas suelen ofrecer a sus trabajadores un vehículo corporativo, bien para satisfacer unas necesidades concretas en el marco del trabajo que desempeña, o bien como forma de remuneración en especie. Los beneficios tanto para empresas como para trabajadores son muchos, desde facilitar la movilidad de los empleados, proporcionarles un incentivo, hasta beneficios fiscales para la entidad. Porque, eso sí, el coche de empresa no es ajeno a la declaración de la renta de la empresa y, dependiendo de su uso y de quién sea su dueño, habrá que incluirlo en ella.

Lo que no cabe duda es que si las compañías optan por esta fórmula es porque compensa, y porque sus resultados repercuten positivamente en el trabajo realizado, así como en la satisfacción y el bienestar de toda la plantilla.

Coches de empresa, ¿ayudan al trabajador?

Cuando el empleado tiene que realizar muchos desplazamientos por motivos de trabajo, existe una necesidad económica por parte de la entidad de que sus trabajadores utilicen los coches de empresa. Pero hay otros casos en los que los vehículos corporativos representan una forma de remuneración que no figura en la base de nómina, con las ventajas fiscales que ello conlleva.

Pero, ¿de qué manera benefician los coches de empresa a los empleados?

  • Uso particular: en algunos casos, los empleados pueden disfrutar del coche de empresa tanto en el ámbito laboral como fuera de él, con las ventajas en términos de ahorro, de libertad y de mejora de relación empleado-empresa que conlleva. Las que apuestan más por esta opción son las empresas grandes.
  • Reducción de gastos: si el trabajador puede hacer uso del coche de empresa en el ámbito privado, no necesitará adquirir un vehículo propio. Tan solo tendrá que asumir el gasto de gasolina derivado de sus desplazamientos privados. Los costes del seguro, mantenimiento, etc. correrán a cargo de la empresa. Y como extra: el empleado puede desgravar el coche como retribución en especie vía IRFP.
  • Estrenar vehículo cada tres o cinco años: que es el tiempo que, por lo general, tardan en renovarse los contratos de renting. Esto, a su vez, repercute en una mayor seguridad y un descenso del impacto en el medio ambiente.
  • Coche de sustitución: normalmente, las empresas garantizan la cesión de un coche de sustitución en caso de que el del empleado haya sufrido una avería o un accidente. Así, el trabajador tiene la tranquilidad de que siempre tendrá un vehículo a su disposición al margen de cualquier imprevisto que pueda surgir.

El coche de empresa como retribución en especie

Cuando el coche de empresa se utiliza en el ámbito privado, se considera retribución en especie para el empleado que hace uso de él. Por tanto, deberá imputar en su Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) mayores rendimientos del trabajo, ya que es como si la empresa le pagase más.

El cálculo de la cantidad de esa renta en especie se elabora a partir del valor de mercado del vehículo. Es decir: el precio de compra más el IVA, gastos de matriculación, impuestos, mantenimiento, seguro, combustible, etc. Suponiendo que el coche se utiliza 100 por cien con fines privados, la renta en especie supone el 20 por ciento del valor de mercado. Si se considera que el uso del coche es 50-50 por ciento, la valoración del 20 por ciento anterior se prorratea en un 50 por ciento, con lo que la renta a imputar es de un 10 por ciento.

Beneficios fiscales de los coches de empresa

Los coches de empresa forman parte de la política de retribución flexible de muchas entidades, ya que son un complemento al salario de sus trabajadores, al igual que los vales de comida o los seguros de salud, por ejemplo. Se consideran, por tanto, rendimiento de trabajo y como tal deben incluirse en la casilla 001 de la declaración de IRPF.

Los coches corporativos aportan a las empresas grandes beneficios:

  • Deducción del IVA: las empresas pueden deducirse hasta un 50 por ciento del IVA en la compra, en el mantenimiento y en el gasto del combustible del coche. Para disfrutar de esta ventaja hay que demostrar que dicho vehículo se utiliza para el desarrollo económico de la entidad presentando justificantes ante Hacienda como un listado de clientes, calendario de visitas, etc.
  • Deducción del IRPF: hacienda considera que los coches de empresa se usan un 80 por ciento en el ámbito laboral y un 20 en el privado, lo que a efectos fiscales significa que el 20 por ciento del valor del automóvil es una retribución en especie de la que disfruta el trabajador. Para calcular la cuantía que hay que declarar, hay que tener en cuenta el precio de compra del coche, los días de uso particular divididos entre los 365 días del año, y el 20 por ciento de retribución en especie.

En cualquier caso, para disfrutar de todas las ventajas de un coche de empresa sin las  preocupaciones que puedan surgir por averías, reparaciones o accidentes, el Seguro de Avería Mecánica de MAPFRE para empresas no sólo cubre las piezas y mano de obra necesarias para la reparación del vehículo, además cuenta con cobertura de asistencia en viaje y, opcionalmente, con vehículo de sustitución.