Cada vez más, las responsabilidades en el trabajo y la consecución de objetivos van haciendo mella en los trabajadores. Lo que en un principio solo es tensión, dolores musculares o cansancio suele derivar en graves consecuencias del estrés laboral que afectan tanto a la salud de las personas como al rendimiento de las empresas.

Esta patología provoca que los empleados estén a disgusto desarrollando sus actividades e incluso que su día a día llegue a convertirse en un infierno. Además de afectar a la vida personal, las repercusiones en el puesto de trabajo se traducen en una reducción de la capacidad para realizar las tareas encomendadas de manera correcta.

Consecuencias del estrés laboral en el trabajo

El estrés puede causar importantes perjuicios sobre la salud, así como en el rendimiento de la empresa, si se sufre durante un periodo de tiempo prolongado. A nivel laboral, algunas de las consecuencias más significativas son las siguientes:

  • Reduce la concentración de los trabajadores, lo que impide alcanzar las metas fijadas.
  • Provoca una actitud más irascible que repercute de forma negativa en la relación con los compañeros y en el ambiente de trabajo.
  • Disminuye el interés y la satisfacción por las actividades y como consecuencia de ello, se compromete la calidad en las tareas y desciende la productividad.
  • Incrementa de forma considerable el número de accidentes laborales.
  • Aumenta la tasa de absentismo, con las consiguientes pérdidas que ello supone para la empresa.
  • Afecta a la reputación y la imagen de la empresa de cara a la sociedad.
  • Produce una reacción en cadena al resto de la plantilla, de tal forma que tiene lugar una desmotivación y falta de iniciativa generalizada.
  • Multiplica las posibilidades de sufrir el síndrome burnout que significa sufrir una situación de estrés laboral prolongada. Esta alteración incrementa aún más las consecuencias anteriores, por lo que es necesario adoptar una serie de pautas para controlarlo.

¿Cómo afrontar el estrés laboral?

Aunque es cierto que mantener un nivel moderado de estrés es beneficioso para desarrollar la actividad laboral de forma activa sin aburrirse, cuando el nivel de intensidad es muy alto, provoca una serie de consecuencias negativas. Para evitar que se convierta en una patología, es conveniente afrontar el estrés laboral adoptando algunas pautas:

  • Establecer horarios de trabajo y de descanso, de tal forma que sea posible dormir al menos 8 horas cada noche y desconectar durante los fines de semana y las vacaciones.
  • Para los trabajadores, una de las consecuencias del estrés laboral suele ser la adicción al alcohol u otras sustancias perjudiciales. En lugar de ello, se debe intentar seguir una dieta equilibrada y hacer deporte regularmente para relajarse y sentirse mejor con uno mismo.
  • Durante el tiempo libre es recomendable hacer planes con amigos o la familia, ya que las relaciones interpersonales contribuyen a relativizar los problemas.
  • Es importante enfrentarse a la situación de estrés laboral utilizando la lógica. Para ello, se debe analizar lo que ocurre y valorar diferentes alternativas para solucionarlo.
  • Practicar alguna técnica de relajación y realizar todos los días una actividad que sea de agrado contribuye en gran medida a controlar las situaciones de estrés.

Al final, las condiciones de estrés continuadas que impiden descansar bien tienen una grave repercusión sobre la salud física y mental de las personas. Con los Seguros de Salud MAPFRE se pueden minimizar este tipo de estados gracias al grupo de profesionales centrados en el bienestar físico y mental que se pueden encontrar en las diferentes coberturas.

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