Los alimentos se contaminan con facilidad, por lo que hay que mantener la máxima higiene y ser cuidadosos a la hora de trabajar con ellos. Con el fin de evitar daños a la salud de los consumidores, los profesionales que lleven a cabo cualquier tipo de actividad en la cual se vayan a tocar o manipular alimentos deben tener la formación adecuada, y que esta quede acreditada. Pero, ¿cómo sacar el carnet de manipulador de alimentos?

¿Qué es el carnet de manipulador de alimentos?

El Real Decreto 109/2010 de la legislación vigente establece que toda aquella persona que vaya a trabajar con alimentos debe disponer de un carnet de manipulador de alimentos para garantizar la máxima seguridad durante todo el proceso. Además, señala que las empresas alimenticias están obligadas a ofrecer alimentos en buen estado, de manera que no supongan ningún riesgo para los consumidores, y menciona la necesidad de adaptar a los trabajadores, mediante formación, a cada puesto de trabajo.

El carnet de manipulador de alimentos es el documento que acredita que la persona titular del mismo posee la formación exigida por la normativa. Por tanto, no es solo una necesidad a nivel de higiene; es también una obligación impuesta legalmente para toda persona que, por su actividad laboral, tiene contacto directo con los alimentos durante su preparación, fabricación, transformación, elaboración, envasado, almacenamiento, transporte, distribución, venta, suministro y servicio. Es decir, los trabajadores de sectores como la hostelería, restauración o alimentación deben disponer de este carnet.

En caso de que una empresa no pudiera acreditar dicha formación por parte de sus trabajadores, podría enfrentarse a multas de hasta 600.000 euros.

¿Para qué sirve el carnet de manipulador de alimentos?

El principal objetivo sacar el carnet de manipulador de alimentos es adquirir la formación necesaria para evitar que los alimentos se contaminen y garantizar una buena higiene personal.

Este carnet es muy versátil, ya que sirve para acreditar al trabajador en cualquiera de los puntos que forman parte de la cadena alimentaria, desde la preparación hasta el suministro, pasando por la fabricación, transformación, elaboración, envasado, almacenamiento, transporte, distribución, venta y servicio. Dicho de otro modo: el carnet permite desempeñar cualquier tipo de actividad relacionada de forma directa o indirecta con la alimentación.

¿Cómo sacar el carnet de manipulador de alimentos?

Sacar el carnet de manipulador de alimentos es accesible y fácil de conseguir.

El Reglamento 852/2004 sobre higiene de los productos alimenticios recoge las obligaciones que tienen los operadores de empresas alimentarias, que deben garantizar “la supervisión y la instrucción o formación de los manipuladores de productos alimenticios en cuestiones de higiene alimentaria”. Es decir, la responsabilidad en materia de formación se traslada a los operadores de empresas alimentarias, que deberán acreditar que sus manipuladores se han formado adecuadamente a su puesto de trabajo ante las inspecciones oficiales.

Para cumplir con el reglamento hay dos opciones:

  1. La propia empresa se encarga de formar y acreditar a sus trabajadores (esta opción solo es asequible para grandes empresas).
  2. Terceras empresas (academias) ofrecen dicho servicio de formación específica, tanto a las empresas como a los trabajadores. Normalmente, son los propios trabajadores los que acuden a estas empresas para complementar su currículum y tener así más opciones de conseguir un empleo.

¿Dónde obtener el carnet de manipulador de alimentos?

Hasta hace poco, la única forma de sacar el carnet de manipulador de alimentos era asistiendo de forma presencial a una academia u organismo oficial, para realizar un curso cuya duración podía oscilar entre las 8 y 24 horas, dependiendo del temario. El coste del curso rondaba los 50 o 100 euros, o podía ser gratuito, en el caso de que fuera impartido por determinados organismos.

Sin embargo, en los últimos años se ha extendido la posibilidad de realizar estos cursos de forma online a través de plataformas digitales de las propias academias. En este caso, no se trata de cursos oficiales y homologados, pero la acreditación que aportan cumple perfectamente con la legislación actual, por lo que son igual de válidas que las que se consiguen de forma presencial.

Aunque esta última es una opción más barata, rápida y cómoda, hay que tener en cuenta que no todas las academias ofrecen lo mismo. Por eso, antes de decantarte por una, debes comprobar los siguientes aspectos:

  • Elige plataformas que lleven, al menos, cuatro años ofreciendo dicho servicio. Así, tendrás ciertas garantías de que cuenta con mayor credibilidad de cara a inspecciones.
  • Elige sitios web que emitan el certificado con un código único de registro que se pueda verificar desde su propia plataforma. Si careces de este código, es prácticamente imposible llevar a cabo el proceso de validación del certificado.
  • Elige sitios web que ofrezcan la acreditación al instante por correo electrónico, de modo que no sea necesario esperar horas, o incluso días, para recibirla.