La gestión participativa es un tipo de gestión que requiere la cooperación del personal de una empresa con el objetivo de crear un compromiso y desarrollar iniciativas dentro de los equipos de trabajo, con la finalidad de lograr aumentar la productividad y la eficiencia.

Esto no quiere decir que desaparecen los roles formales de gestión, sino que los directivos de la empresa en la que se adopta este modelo de gestión delegan parte de su poder en la toma de decisiones dando prioridad a recibir iniciativas de otros empleados para decidir juntos las soluciones que se adoptarán.

Para que este método funcione es necesario crear una relación de confianza entre los equipos, donde prime el respeto y la promoción de cada persona, y se tenga en cuenta también la valoración del trabajo.

Los diferentes ejes de la gestión participativa

Delegar el poder

Es necesario que el equipo directivo ceda parte de su poder a los empleados para que estos sean capaces de tomar decisiones a su nivel, sin renunciar por ello a la posibilidad de remitirse a su jefe.

Motivar a los equipos

La gestión participativa debe motivar a los empleados para que participen en el proceso de toma de decisiones de la empresa.

Al mismo tiempo que se establecen las normas y los límites, los empleados deben ser capaces de mostrar su implicación y motivación a la hora de tomar decisiones.

Fomentar la colaboración

Los equipos deben comunicarse y colaborar al máximo para ser más eficaces.

¿Qué beneficios tiene la gestión participativa?

Entre los diversos beneficios que presenta el modelo de gestión participativa podemos citar los siguientes:

  • Estructura con pocos niveles jerárquicos.
  • Velocidad en la toma de decisiones.
  • Elevada motivación de todos los participantes porque se valora más su trabajo.
  • Mayor sentido de pertenencia a la empresa por parte de los empleados debido a las responsabilidades que se les dan.
  • Mejora el sistema productivo y los beneficios aumentan.
  • Mayor autonomía de los empleados en la toma de decisiones.
  • El desarrollo profesional del grupo se eleva.
  • Mayor cooperación e intercambio de conocimientos entre los equipos.
  • La retención de empleados de estas empresas puede mejorar porque se sentirán más satisfechos laboralmente.

¿Cómo implementar la gestión participativa?

Exponemos algunas recomendaciones para implementar la gestión participativa:

  • Compartir la información sobre la empresa poniendo a disposición de todos los empleados los datos sobre objetivos y resultados, para poder tomar decisiones informadas y crear soluciones efectivas.
  • Considerar las distintas opiniones sobre políticas, decisiones y soluciones y cómo implementarlas. Las personas de distintos departamentos tendrán diferentes perspectivas que pueden servir a la empresa para tener una idea más exhaustiva de lo que necesita para lograr los objetivos.
  • Establecer conjuntamente las metas personales de los empleados.
  • Pedir a los empleados que compartan con libertad soluciones creativas y favorecer que se sientan cómodos al compartirlas.
  • Contratar personas con cualidades de liderazgo.
  • Celebrar reuniones periódicas que ofrezcan a las personas la oportunidad de intercambiar ideas, hacer planes y compartir sugerencias.
  • El respeto a los demás es uno de los principales mecanismos de la gestión participativa. Saber reconocer y valorar el trabajo de los equipos, motivará a los empleados para que tengan mayor confianza en sí mismos y menos miedo de tomar iniciativas.

Conclusión

Para una empresa, adoptar la gestión participativa puede ser una solución efectiva para dinamizar a los equipos y fomentar el compromiso y la iniciativa.

Necesita cierta preparación para su puesta en marcha, pero merece realmente la pena porque son muchos los efectos positivos que se pueden obtener con la implantación de este modelo de gestión.