¿Qué diferencia hay entre un jefe y un líder? Los empleados entienden que un jefe se impone, mientras que un líder ejerce de forma natural. Recientes estudios confirman que aunque un jefe autoritario no es el ideal, tampoco lo es uno que se desvincula de su labor y deja a los empleados sin líder. La implicación en la tarea de ser jefe se revela como muy valiosa tanto para los trabajadores al cargo como para la propia empresa. El jefe que ejerce el liderazgo ausente resulta incompetente.

¿Qué significa ser un jefe ausente?

    Ser jefe no significa ser un líder, aunque en el deseo de todos debería estar en convertirse en uno y todos ejercen el liderazgo aunque no siempre de manera satisfactoria. Los expertos en recursos humanos y relaciones laborales coinciden en señalar que hay tantos tipos de liderazgo como de jefes. Entre ellos parece que el jefe ausente que se caracteriza por dejar hacer a sus empleados cómo y cuándo quiere es un modelo bueno para los trabajadores que se oponen, por lo general, a un superior autoritario.

    Un análisis en profundidad de la figura del jefe ausente o desvinculado de su labor de liderazgo ha permitido a los profesionales de las relaciones laborales dibujar un perfil con sus características esenciales donde se advierte su valor nocivo para cualquier empresa.

    No fomenta la comunicación con sus empleados

    El jefe ausente no manda, pero tampoco escucha las sugerencias, las mejoras ni mucho menos las críticas o necesidades de sus subordinados. El jefe que nunca esta – aunque esté físicamente junto a sus trabajadores – evita la comunicación en todas sus facetas en contra de lo que hoy se aconseja para crear un buen ambiente de trabajo y una empresa exitosa.

    El trabajo en equipo no es prioritario

    Con independencia de la labor o el sector en el que se trabaje, los superiores ausentes nunca apuestan por el trabajo en equipo, puesto que eso exige de su coordinación e implicación, prefiere el trabajo individual.

    Evita las relaciones de confianza

    No contar con un jefe, o tener uno ausente que es lo mismo – casi -, erosiona la confianza de los empleados en la estructura empresarial y lejos de aumentar la implicación en la compañía hace que los trabajadores se desvinculen. La desconfianza se instaura tanto en la relación jefe empleado como entre los subordinados del mismo jefe.

    Liderazgo incompetente

    El jefe que elige ejercer su liderazgo desvinculándose, consigue un liderazgo incompetente tanto en su labor dentro de la empresa como en el trabajo que se le confía a su equipo de trabajo.  Aunque sobre el papel y atendiendo a su cargo, un jefe ausente es un líder, su forma de ejercer este papel es nula y por lo tanto, totalmente inoperativa. Carece de esa cualidad.

    Jefe ausente, siempre un mal líder

    Aunque no es habitual pensar que un jefe ausente sea una de las peores formas de ejercer el liderazgo, algunos estudios recientes contradicen esta teoría y alertan sobre la necesidad de detectar este tipo de superiores, faltos de talento y capacidad para ser jefe.

    En la Universidad Noruega de Bergen se ha analizado el efecto de un jefe ausente sobre las empresas y sus trabajadores señalando que esta forma de ejercer el liderazgo resulta un problema sobre el que las compañías deben actuar para eliminar lo antes posible, dada su incompetencia demostrada. Si sufres un jefe ausente, no dejes de preocuparte por tu futuro y asegura tu economía cuando te jubiles con un Plan de Pensiones MAPFRE que te permite ahorrar a tu ritmo.

    Muchas de las encuestas que se hacen a diario en las empresas de todo el mundo preguntando a los trabajadores sobre quejas o mejoras reflejan que los jefes ausentes son mucho más habituales y preocupantes de lo que cabría esperar. The Harry’s Poll –empresa de análisis de datos estadounidense – certificó en una encuesta a trabajadores que ocho de las nueve quejas más importantes entre ellos se referían a cosas que sus jefes deberían hacer y no hacían, lo que ocasionaba graves problemas.