La revalorización es, según la RAE, el aumento del valor de algo o la devolución de la estima que se había perdido. Supone, por lo tanto, una nueva apreciación de un bien que es considerado de una mejor manera que anteriormente. Hay múltiples ejemplos de objetos que se pueden llegar a revalorizar, pero este tipo de mejora también se aprecia en otros aspectos que no se pueden materializar.

Revalorización de objetos

Un claro ejemplo de revalorización son los objetos que tras el paso del tiempo pueden llegar a ser vendidos por un mayor precio del que fueron adquiridos.

Aunque normalmente la revalorización se suele relacionar con bienes antiguos y exclusivos, hay una serie de productos relativamente modernos que ya cuentan con una gran revalorización. Un ejemplo son las Game Boy (puede llegar a alcanzar los 1.000 euros, aunque su precio habitual ronda los 60 euros), los Tamagotchi (si son la versión original se pueden vender por 100 euros, cuatro veces más que inicialmente) o los cromos de fútbol o de series de televisión como Pokémon o Dragon Ball

La clave que se encuentra detrás de la revalorización de estos objetos es la nostalgia que produce a la generación de gente que creció con ellos y que añora revivir épocas pasadas. También juega a su favor que pese a que en su día fueron muy populares, en la actualidad es difícil encontrarlos en buen estado. La escasez de copias en su caja original hace que este tipo de bienes alcance un mayor valor.

Revalorización del arte

El mercado artístico es un claro ejemplo de revalorización.  Los lienzos de los grandes pintores cada vez alcanzan cifras más elevadas. Entre las razones que se centran detrás del crecimiento del precio está que una obra tiene más valor cuando el artista ha muerto y que este tipo de mercado ha atraído a inversores que consideran el arte como un negocio y han inflado el sector.

Revalorización de las pensiones

La revalorización también alcanza a las pensiones públicas. Si no se produjera este fenómeno y se mantuvieran de manera estancada, los jubilados perderían de manera paulatina su poder adquisitivo. Con la finalidad de compensar la inflación, se incrementa el importe que se paga a las personas que han alcanzado una edad en la que no pueden trabajar.

→ Descubre aquí cómo afectan el factor de revalorización a las pensiones

Revalorización de las empresas

Una compañía también puede ver incrementado su valor a lo largo del tiempo. Sus ingresos, imagen de marca o las expectativas futuras son algunas de las causas que pueden hacer que resulte más interesante. La fluctuación de valor de las empresas y su revalorización es la clave que hace variar los índices bursátiles y las inversiones económicas.

Revalorización de los coches

Aunque un vehículo normalmente empieza a perder su valor con el paso del tiempo, existen casos aislados en los que no solamente no se deprecia, sino que llega a revalorizarse enormemente. Para que pueda pasar esta situación deben converger varios factores como son el paso del tiempo, un estado de conservación optimo y que se trate de un modelo que resulte atractivo para el público. Las primeras ediciones de los coches que se han convertido en iconos del motor pueden llegar a valer más que cualquiera de los super deportivos actuales.

Revalorización de las casas

Si la demanda de personas que busca una vivienda se incrementa, también lo hará el precio de las casas y, por lo tanto, se producirá una revalorización del inmueble. No solamente se limita a la compra o a la venta, sino que también puede afectar al alquiler.

La revalorización es un fenómeno que permite apreciar el valor de un bien. Aunque normalmente se suele relacionar con objetos físicos, también se aplica a otros aspectos como las pensiones. Los Planes de Pensiones MAPFRE invierten en productos que se revaloricen con el tiempo para lograr que sus clientes puedan disponer del mayor dinero posible cuando se jubilen.