La revolución del Big Data provocará la expansión de la demanda de datos hasta unos niveles increíbles. La industria duplicará previsiblemente su tamaño a lo largo de los próximos diez años y los datos son la clave que respaldará más del 90 por ciento de las decisiones económicas de los próximos ejercicios. Según las previsiones del gigante norteamericano Cisco, en 2022 habrá 5.500 millones de usuarios móviles y el tráfico mensual casi se va a triplicar, al pasar de los 8 gigabytes (GB) mensuales actuales a más de 22 GB.

¿Qué aporta la tecnología blockchain?

Para ordenar, procesar y democratizar todo este aumento en la demanda de datos, en los últimos años ha surgido la tecnología blockchain (traducida literalmente como “cadena de bloques”). Mediante un código que integra transacciones y contratos en código digital, todo lo que hacemos tiene un registro y se guarda en una base de datos transparente y compartida. Esta base de datos está descentralizada y situada en varios “nodos” en el mundo.

Esta revolución va a permitir a la industria tecnológica la construcción de un ecosistema de datos (un “Marketplace”) en el que los intereses de empresas e individuos puedan estar alineados y genere beneficios económicos para ambos colectivos. Eficiencia y justicia, por tanto, en un mercado al alza que no se reduce sólo a las famosas criptomonedas como Bitcoin.

El objetivo de las principales aplicaciones de gestión de datos basadas en blockchain es la compraventa justa, segura y ordenada. Esta teórica democratización del comercio de información permitirá a las empresas de pequeño y mediano tamaño (pymes) negociar precios y acceder a los datos en muy corto espacio de tiempo. Esta tecnología elimina el concepto de arbitrariedad en la fijación de precios, ya que calcula el valor que debe recibir el vendedor mediante el uso de un algoritmo.

Los costes de las transacciones estarán vinculados a la cotización pública de las criptomonedas, y podrá canjearse por Bitcoins o Ethereum al momento. La liquidez, por tanto, estará asegurada, y este sistema de negociación permitirá rebajas de precios de superiores al 80% respecto a los actuales. Además, y en la línea de control del fraude que deberá regir el nuevo ecosistema de datos, blockchain permitirá asegurar la veracidad de la información al ir directamente a la fuente en el que ésta se genera.

Perspectivas de los expertos

A este respecto, el blockchain ya ha despertado el interés de los organismos internacionales y de altos ejecutivos del sector privado. Sheila Warren, responsable de Blockchain del Foro Económico Mundial advirtió recientemente en una entrevista que esta tecnología “puede resolver la crisis de confianza que vive el mundo desarrollado”.

Paul Brody, Socio Global responsable de Blockchain de la firma de servicios profesionales de EY, considera, por su parte, que “tras años de pruebas, las soluciones basadas en tecnología blockchain ya están aportando beneficios tangibles a las empresas”. Según Brody, la velocidad, la transparencia y la exactitud son las principales aportaciones de la cadena de bloques para el mundo corporativo.

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Previsiones de impacto económico

El desarrollo e implementación del blockchain requerirá, además, fuertes inversiones para convertirse en un nuevo estándar de la industria tecnológica. Según el último estudio de la firma de investigación norteamericana Internacional Data Corporation, la inversión mundial en soluciones basadas en la cadena de bloques ascenderá hasta los 2.900 millones de dólares este año, un 88,7 por ciento por encima de los 1.500 millones registrados en 2018.

La previsión para la tasa de crecimiento anual agregado (CAGR, por sus siglas en inglés) de IDC para la industria blockchain los próximos cinco años es del 76 por ciento, hasta alcanzar los 12.400 millones de dólares en 2022. La madurez del mercado, según IDC, “evoluciona muy rápido” y está sentando las bases para el futuro de esta tecnología. El estudio también apunta que bancos, aseguradoras y firmas de servicios financieros serán las compañías que más invertirán en el desarrollo de la tecnología, cerca de 1.100 millones de dólares en 2019.

Invertir en blockchain

El impacto que generará la nueva tecnología y las previsiones de crecimiento que registra, la convierten en una opción de inversión. Bitcoin fue la primera innovación de esta tecnología, y es la que registra, con bastante diferencia un mayor volumen de liquidez. Ethereum fue la segunda, con su contrato inteligente.

Para invertir en blockchain, además de la compra de criptomonedas, podemos optar por acudir a las rondas de financiación de las empresas basadas en esta tecnología. Habitualmente, estas ampliaciones de capital están soportadas por criptomonedas con buenos niveles de liquidez.

Además, los emprendedores también están lanzando con bastante frecuencia campañas de crowdfunding para lanzar sus proyectos. Otra posibilidad es invertir en las Initial Coin Offerings (ICOs, el equivalente a las OPVs en la Bolsa), mediante las cuales las empresas lanzan criptomonedas o tokens para captar capital. Con una operación de este tipo, Ethereum comenzó a operar.