El IRPF es un impuesto directo que grava las rentas que perciben los contribuyentes. Su principal particularidad es su carácter progresivo, es decir, quien más gana, más paga. Este principio se materializa en las tablas de IRPF donde están fijados los correspondientes tramos. Sin embargo, dentro de este tributo también se deben tener en cuenta los tipos efectivos y los tipos marginales.

Estos dos conceptos ofrecen una información muy valiosa sobre el porcentaje de los ingresos que va destinado al pago del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Ambos casos constituyen la base de los cálculos que se realizan en la declaración de la renta para determinar cuánto se debe abonar a Hacienda.

Significado del tipo efectivo del IRPF

El tipo efectivo del IRPF se puede traducir como la cantidad real que los contribuyentes entregan a Hacienda. En otras palabras: se trata del porcentaje de la base liquidable que se debe pagar en concepto de impuesto.

Así, la cuota íntegra es el resultado de aplicar el tipo efectivo a la base imponible. Este tipo de IRPF es un resumen de la cuantía destinada al IRPF teniendo en cuenta las ganancias sobre las que se aplica.

Según la Agencia Tributaria, el tipo medio efectivo sobre la renta y el gasto en 2019 fue del 15,2 por ciento, un porcentaje ligeramente superior al de 2018. Tal como apuntan desde este organismo, el incremento es consecuencia del crecimiento continuado en el tipo medio efectivo que tienen que soportar las rentas brutas de los hogares.

Diferencias con el tipo marginal del IRPF

Por su parte, el tipo marginal del IRPF se define como el más elevado que pagan los contribuyentes. Esto significa que se trata del tramo más alto del impuesto que se desembolsa en Hacienda. Sin embargo, no aplica sobre la totalidad de los ingresos como hace el tipo efectivo, sino que grava la diferencia de más que se ingresa.

Por ello, en muchas ocasiones se suele decir que ganar un sueldo más alto no compensa porque el dinero que realmente se percibe es igual o inferior a antes de la subida. No obstante, se debe considerar que un aumento del salario base reporta múltiples ventajas a la hora de solicitar la prestación por desempleo o cobrar la pensión por jubilación en el futuro.

Los tramos del IRPF y el tipo marginal

Para entender mejor cómo funciona el tipo marginal del IRPF es preciso saber cuál es la tabla de tramos para realizar la declaración de la renta del año 2019:

Base liquidable hasta Cuota integra Resto base liquidable Tipo estatal Tipo autonómico Tipo total
0,00 € 0,00 € 12.450,00 € 9,50% 9,50% 19,00%
12.450,00 € 1.182,75 € 7.750,00 € 12,00% 12,00% 24,00%
20.200,00 € 2.112,75 € 15.000,00 € 15,00% 15,00% 30,00%
35.200, 00 € 4.362, 75 € 24.800,00 € 18,50% 18,50% 37,00%
60.000,00 € 8.950,75 € En adelante 22,50% 22,50% 45,00%

 

Considerando que un contribuyente gana 30.000 euros y sin tener en cuenta ninguna deducción que reduzca la base imponible, debe pagar un 19 por ciento por los primeros 12.450 euros. Después se aplica el 24 a los 7.750 euros siguientes y el 30 por ciento sobre la cantidad que resta.

En definitiva, los distintos porcentajes que gravan cada tramo constituyen el tipo marginal. Si se suman todos ellos, se obtiene el tipo efectivo o tipo medio del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.

A la hora de presentar la declaración de la renta, es importante saber que los intervalos que aparecen en la tabla hacen referencia a la base imponible, es decir, la suma de los rendimientos del trabajo y el ahorro. Esta cantidad suele ser inferior aplicando las deducciones que correspondan, cuyo resultado es la base liquidable sobre la que se aplica el tipo impositivo pertinente.