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Queremos comprarnos una vivienda y el banco nos ofrece un porcentaje que se queda corto para acometer la adquisición, queremos comprarnos un coche y la financiación es demasiado cara, sabemos que estamos esperando la entrada de una cantidad importante de dinero en un plazo corto de tiempo (meses o pocos años) y por el camino se nos presenta una oportunidad única de inversión que no queremos dejar escapar o necesitamos liquidez sin más… son algunos ejemplos de circunstancias propicias para recurrir a un familiar o a alguien cercano y pedirles una ayuda económica en forma de préstamo entre particulares.
¿Debemos formalizar un préstamo entre particulares? La conveniencia de redactar un contrato
Los préstamos entre particulares están regulados por nuestro código civil y el que recibe el dinero prestado contrae la obligación de devolverlo en los términos pactados y estipulados en el contrato, de hecho, la redacción de un contrato es fundamental para que ambas partes queden amparadas de cara a un posible pleito judicial en caso de incumplimiento, ya que el código civil no permite que quede nada a voluntad exclusivamente de una de las dos partes.
Además, la redacción de un contrato de préstamo entre particulares es clave para que Hacienda no considere las transferencias de dinero entre prestamista y prestatario como una donación encubierta, haciéndolo constar mediante la presentación del modelo 600.
Para dar más validez al contrato, se puede acudir al Notario, que asesorará en materia de capacidad de los contratantes, sobre el contenido, la fiscalidad y, sobre todo, la forma, ya que en caso de que haya algún incumplimiento cuando solo existe documento privado se acudirá a un procedimiento declarativo para luego solicitar la ejecución y tener posibilidades de cobrar, mientras que al formalizarlo en documento público ante Notario se puede acudir directamente al procedimiento ejecutivo, más rápido y sencillo, para conseguir el pago.
¿Cómo cumplir con Hacienda en un préstamo entre particulares?
Modelo 600
Los préstamos entre particulares -entre familiares en muchas ocasiones- están sujetos al Impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados (tratados como “transmisiones patrimoniales onerosas”), si bien se trata de operaciones sujetas pero exentas de tributación, esto significa que hay que presentar el modelo correspondiente (600) pero no hay que pagar nada, es gratis siempre que estos préstamos se realicen entre personas físicas, por supuesto.
Será el prestatario, quien recibe el dinero en concepto de préstamo, el encargado de autoliquidar el modelo 600.
Es imprescindible presentar y acudir al contrato para comprobar en los términos acordados si se trata de un préstamo con la única garantía del prestatario, siendo la base imponible el importe del préstamo, o si el préstamo lleva algún tipo de prenda o hipoteca, en cuyo caso la base imponible será el importe de la obligación o capital garantizado.
En cuanto a los préstamos entre familiares no hay que documentar el parentesco, ya que tienen las mismas condiciones que el préstamo entre particulares que no actúan en el ejercicio de una actividad económica.
Finalmente, el plazo para presentar la autoliquidación del modelo 600 será de un mes a contar desde la fecha de la firma del contrato.
IRPF
Un préstamo entre particulares también afectará al Impuesto sobre la renta de las personas físicas en aquellos casos en los que el prestamista, persona física, cobre intereses por la concesión del préstamo, ya que deberá tributar por ello en su declaración de la renta como rendimiento del capital mobiliario.
Modelo de préstamo entre particulares sin intereses
Cuando se dan préstamos entre familiares lo más normal es que no se paguen intereses, pero ello habrá que dejarlo bien especificado en el contrato si no queremos tener problemas con Hacienda, ya que más adelante podría obligar al pago de intereses.
La OCU ofrece un modelo de préstamo entre particulares sin intereses, además de recomendar que hay que conservar todos los justificantes de pago, así como los movimientos bancarios que puedan referirse al préstamo en cuestión y su finalidad.
Entre los datos más relevantes a la hora de redactar un contrato de préstamo entre particulares figurarán los siguientes:
- Fecha y lugar
- Los datos personales del prestamista (aquel que da el dinero en forma de préstamo) y del prestatario (el que recibe el dinero en forma de préstamo)
- El importe y finalidad del préstamo en cuestión
- El interés del crédito. Si es gratuito hay que hacerlo constar como tal. Así como cualquier otro tipo de comisión derivado del préstamo
- Plazo del préstamo y forma de repago, tipo de cuota e importe correspondiente
- Avales, garantías y responsabilidades en caso de impago, así como la forma de proceder llegado el caso de incumplimiento
Por último, a medida que nos distanciamos entre las personas que acuerdan el préstamo, es decir, cuando ya no es entre familiares o amigos, emergen otro tipo de alternativas como por ejemplo el “crowdlending”, financiación de particulares a otros particulares o empresas a través de plataformas online especializadas para ello.
Para poder seguir teniendo el mismo poder adquisitivo una vez alcanzada la jubilación y poder ayudar a nuestros familiares si así lo requieren, lo mejor es tener un plan de pensiones para complementar la cuantía de la pensión. MAPFRE te ofrece diferentes soluciones en función de tu perfil de inversión. “Y tantos + momentos de tranquilidad”