Encontrar un centro de mayores adecuado no es una tarea fácil para las familias. Antes de elegir uno, hay que fijarse en muchas cosas, como las prestaciones que ofrecen para atender a los mayores y garantizar plenamente sus cuidados. Además, estos centros tienen una serie de requisitos de admisión que se intensifican si las plazas que se ofertan son públicas.
A veces sucede que debido a una enfermedad como el Alzheimer o la demencia, te ves obligado a buscar un centro de mayores para el cuidado de un familiar. Estos centros de día cuidan de ellos y les ofrecen terapias y servicios especializados.
Cómo elegir un centro de día para mayores
A la hora de elegir un centro de día para mayores deberás tener en cuenta ciertos factores que te ayudarán a decidirte por aquel que más se adapte a las necesidades de tu familiar. Lo primero de lo que te tienes que cerciorar es de que se trata de un lugar autorizado. La autorización la realiza cada Comunidad Autónoma y en su homologación se le asigna un número de registro que deben facilitarte. Si no disponen de este número, deberás ponerte en contacto con la Comunidad Autónoma para comprobar si el centro está autorizado.
Para conocer de primera mano las instalaciones, el trabajo del personal, su preparación y el trato que estos tienen con las personas a su cargo, deberás visitar aquellos centros que te interesen. En estas visitas podrás hablar con los responsables del mismo para que te expliquen las condiciones del contrato para su admisión en el que se establece el precio, los plazos de preaviso y los servicios que se ofrecen.
Acceso a plazas públicas en centros de día para mayores
Las Comunidades Autónomas disponen de una serie de plazas públicas en distintas residencias de ancianos o centros de día para garantizar el acceso a estos de las personas más vulnerables, cuyos ahorros o los de su familia no puedan soportar el tratamiento en unas instalaciones de carácter privado.
La asignación de estas plazas se realiza mediante la puntuación obtenida en un baremo de carácter público en el que se tienen en cuenta las necesidades de cada persona en la lista y las plazas de las que dispone cada uno de los centros públicos. Esto provoca que, en muchos casos, haya listas de espera para poder acceder a uno de estos centros.
Los requisitos que deben cumplir los ancianos para ser beneficiarios de una de estas plazas públicas es tener más de 60 años cumplidos una vez que se realiza la solicitud. En cuanto a sus ingresos, deben ser pensionistas del Sistema Público de Pensiones y residir en el mismo municipio o comunidad autónoma en el que se solicita la plaza.
En cuanto a sus capacidades, debe tener reducida su autonomía para la realización de las tareas de la vida cotidiana y presentar carencias en su situación psicosocial. La imposibilidad de realizar estas tareas se traduce en la necesidad de cuidado por parte de otra persona, por lo que será requisito para la obtención de la plaza que los familiares no puedan hacerse cargo de su cuidado o que el anciano necesite atención psicosocial, terapéutica o rehabilitadora.
Así mismo, no debe padecer trastornos mentales graves, para estos casos existen centros especializados. Por otro lado, además de las facultades mentales, es necesario que la persona mayor que acceda a uno de estos centros, no padezca ninguna enfermedad infecciosa o contagiosa. Del mismo modo, tampoco podrán acceder a estas plazas aquellas personas que tengan una enfermedad clínica que requiera su tratamiento en un hospital.
Los requisitos son impuestos por cada una de las Comunidades Autónomas, por lo que pueden variar de unos lugares a otros. Por lo general, estos centros con plazas públicas son más asequibles para la familia, pero en el caso de que tengas que optar por uno privado, es importante contar con un Plan de Pensiones MAPFRE para sufragar los gastos derivados del mismo.
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