Con el paso del tiempo, la piel va perdiendo parte de su capa de grasa y se vuelve más fina, frágil y con tendencia a las arrugas. Este envejecimiento es más o menos acentuado en función de la genética, por supuesto, pero también de los hábitos (buena alimentación, no fumar, usar protector solar, etc.) y de los remedios que se pongan para retrasar su aparición. Por eso, uno de los cuidados de la piel en los que hay que incidir más cuando entramos en la Generación Senior es su correcta hidratación.

Más allá de cremas específicas, se pueden poner en práctica ciertos remedios caseros que conseguirán hidratar la piel en profundidad.

Remedios caseros para hidratar la piel

Para mantener la hidratación de la piel es importante beber mucha agua, comer frutas y verduras, evitar la ingesta de alcohol y, por supuesto, el tabaco, y utilizar cremas con el SPF adecuado para protegerse del sol.

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Además, hay algunos remedios caseros que pueden ayudarte a potenciar la hidratación de la piel:

Aceite de almendras

El aceite de almendras destaca por su alto contenido en ácidos grasos y antioxidantes, lo que hace que sea un producto excelente para hidratar la piel. Lo ideal es aplicarlo después de la ducha, ya que el calor abre los poros facilitando la penetración del aceite.

Mascarilla de aguacate

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El aguacate contribuye a hidratar la piel gracias a su contenido en ácido oleico y sus propiedades antioxidantes. Para hacer una mascarilla solo hay que triturar la carne del aguacate con una clara de huevo. Después, se aplica sobre el rostro evitando el contorno de los ojos y boca, se deja actuar de 15 a 20 minutos y finalmente se aclara con abundante agua tibia.

Crema de patata y yogurt

Sí, la patata es un excelente aliado en la hidratación y nutrición de la piel por su alto contenido en minerales, vitaminas y agua. Para usarla, tritúrala hasta que tenga textura de puré y mézclala con un yogurt natural sin azúcar (valioso porque contiene ácido láctico, por lo que además de hidratar, exfolia la piel). Aplica la mezcla en la cara, deja que actúe 20 minutos y retirala con agua.

Aloe vera

El aloe vera tiene un efecto hidratante inmediato y además aporta vitaminas. Se puede aplicar directamente sobre la piel (cortando una hoja de la planta) o triturando su carne y extendiéndola en el rostro como una crema. Lo ideal es ponérsela antes de dormir para dejar que actúe toda la noche.

Jabón casero de avena y miel

Los jabones comerciales pueden resecar la piel. Para evitarlo, puedes lavar tu rostro con uno casero a base de avena y miel. Para ello, mezcla una taza de avena pulverizada con un miel y agua y lávate el rostro con la mezcla. Tanto la avena como la miel poseen propiedades hidratantes, antioxidantes y desinflamatorias.