Conducir con una edad avanzada puede resultar un tanto arriesgado si han mermado algunas de nuestras antiguas facultades, aunque sea mínimamente. Llega un momento en que la edad supone un límite y no permite coger el coche para desplazarse, con la consiguiente pérdida de autonomía. Pero esto podría cambiar. Tanto la industria como la universidad llevan tiempo avanzando en distintos terrenos para lograr coches más inteligentes y autónomos que ayuden a los conductores de la Generación Senior a circular de forma más segura pese al paso de los años.
Proyectos de conducción asistida para mayores
Un buen ejemplo de ello lo encontramos en los Investigadores de la Universidad de Newcastle, quienes prueban diferentes tecnologías para apoyar a los conductores de más edad, como sistemas de navegación, de visión nocturna y adaptadores inteligentes de velocidad.
La investigación se está efectuando en un coche eléctrico transformado en un laboratorio móvil, denominado DriveLAB. Mientras la persona mayor conduce, el vehículo registra el grado de concentración, los niveles de estrés y los hábitos de conducción. Las pruebas buscan detectar cuáles son los desafíos a los que se enfrentan los mayores al volante.
“Para muchas personas mayores, especialmente aquellos que viven solos o en las zonas rurales, la conducción es esencial para mantener su independencia, dándoles la libertad para salir sin tener que depender de otros. Todos tenemos que aceptar que cuando nos hacemos mayores nuestras reacciones son más lentas. Esto se traduce a menudo en personas que evitan cualquier situación de conducción potencialmente difícil y pierden la confianza en sus habilidades de conducción”, afirma Phil Blythe, responsable de la investigación y profesor de Sistemas Inteligentes de Transporte en la Universidad de Newcastle.
El simulador DriveLAB es capaz de registrar el movimiento de los ojos, la velocidad de reacción, la posición en el carril, la aceleración, el frenado y la eficiencia en la conducción. Las pruebas realizadas hasta ahora revelan que las personas mayores son más propensas a superar los límites de velocidad obligatorios. Por eso, se están probando sistemas que controlan la velocidad y navegadores GPS.
Además de DriveLAB, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) desarrolla un coche sin conductor, conocido como Platero. Mientras Google ha obtenido la licencia en Nevada para su vehículo autónomo, “el coche del futuro”, según la compañía.
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