La Ley de Dependencia -Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia-, que regula la metodología y las claves de la atención de personas dependientes, permite solicitar ayuda domiciliaria para mayores. A continuación, explicamos cómo acceder al conjunto de servicios y prestaciones que contiene la normativa, con el fin de lograr la autonomía y la mejora de las condiciones de vida de este colectivo.

¿Qué es?

La ayuda domiciliaria está diseñada para mejorar la vida de los mayores en todas la necesidades vitales y actividades de día a día. Está destinada a aquellas personas dependientes que, por motivos físicos o cognitivos, no pueden ser autónomos e independientes.

 

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Grados de dependencia

La Ley establece tres grados de dependencia:

 

  • Moderada: Este tipo de dependencia requiere ayuda de forma temporal, una vez al día.
  • Severa: Las personas dependientes de este nivel requieren ayuda dos o tres veces al día.
  • Gran dependencia: Estos mayores necesitan ayuda varias veces o de forma continua para poder desarrollar todas las actividades vitales esenciales.

Ayudas al dependiente

En función de los tres niveles anteriores, la Ley de Dependencia permite ayudas en los siguientes ámbitos de carácter personal:

  • Movimientos dentro del hogar
  • Aseo y cuidado personal
  • Control de la toma de medicamentos
  • Ingesta de alimentos
  • Trámites hospitalarios o farmacéuticos

En el ámbito doméstico, también se puede recibir apoyo en las siguientes tareas:

  • Limpieza o tareas del hogar como el lavado, el planchado o el orden
  • Tareas básicas de mantenimiento
  • Compra y elaboración de alimentos

Fuera del ámbito del hogar, encontramos también estas otras ayudas:

  • Teleasistencia
  • Comida, lavandería o servicio médico a domicilio
  • Adaptación de la vivienda
  • Peluquería
  • Fisioterapia, logopedia, psicología o podología a domicilio

¿Cómo se solicita?

Los requisitos para beneficiarse de la Ley de Dependencia son los siguientes:

  • Contar con una residencia de al menos cinco años, los dos últimos justo anteriores a la fecha de solicitud.
  • Tramitar las ayudas en el centro de salud o en los Servicios Sociales Municipales de la comunidad autónoma de residencia

Documentación

Para poder pedir la ayuda domiciliaria, el interesado debe aportar los siguientes documentos:

  • Fotocopia del DNI
  • Certificado de empadronamiento
  • Declaración de la renta o documento acreditativo
  • Informe de los servicios sociales
  • Informe que detalle la salud de la persona dependiente y su impacto en la vida diaria

Tras presentar la solicitud, un funcionario de la Administración visitará la vivienda de la persona mayor para valorar el alcance de la ayuda necesitada, su nivel de dependencia y los servicios que necesita.

Además de este tipo de ayudas, es importante ser previsor y contar con una protección extra, como la que ofrece el Seguro de Accidentes Senior +55, una póliza diseñada expresamente para los mayores de 55 años con todas las coberturas y servicios que se necesitan en esta etapa de la vida, como cobertura de lesiones y accidentes, sesiones de rehabilitación o enfermería, ayuda a domicilio, “y tantos + momentos de tranquilidad”. Infórmate de todas las ventajas para la Generación Senior.