Tanto la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) como la Universidad de Melbourne y otros organismos ensalzan el sistema de pensiones de Holanda como un claro ejemplo a seguir por el resto de países.

En España, los jubilados cuentan con múltiples ayudas que les permiten estirar al máximo su prestación pública, pero como se ha demostrado, no es suficiente para mantener un nivel de vida adecuado.

El modelo holandés se sustenta sobre 3 pilares: una pensión básica a cargo del Estado, un ahorro privado de carácter obligatorio y un sistema de plan de pensiones de contratación voluntaria. De este modo, el gasto en pensiones no alcanza el 6 por ciento del PIB (Producto Interior Bruto) y los jubilados pueden disfrutar de unos ingresos equivalentes al 90 por ciento del último salario.

¿Cómo funciona el sistema de pensiones de Holanda?

La jubilación en Holanda funciona del siguiente modo:

  • En primer lugar, el Estado garantiza una pensión pública básica a todas las personas que viven en Holanda. Dicha cuantía es igual al 70 por ciento del Salario Mínimo Interprofesional del país, que en el año 2020 asciende a 1.635 euros. Este sistema público se financia a través de los impuestos de los contribuyentes y el único requisito para acceder al mismo es haber cumplido la edad de 65 años.
  • Por otro lado, la mayoría de los convenios de trabajo establecen la obligatoriedad de destinar una parte del salario al ahorro privado. Esta previsión se lleva a cabo a través de fondos de pensiones gestionados por las empresas, las cuales informan una vez al año a los trabajadores sobre el capital que llevan acumulado.

Según la normativa de esta región, estos fondos funcionan como organizaciones sin ánimo de lucro. De esta forma se garantiza su continuidad pese a los posibles problemas financieros que puedan presentar las compañías.

  • En último lugar, el sistema de pensiones en Holanda se complementa con la contratación de un Plan de Pensiones Privado. A diferencia del caso anterior, la suscripción es voluntaria, aunque suele ser algo habitual entre el colectivo de trabajadores autónomos u otro tipo de empleados en cuyo convenio colectivo no se establece ningún fondo colectivo de pensiones.

En este último medio de inversión particular, los ciudadanos tienen la posibilidad de elegir el nivel de riesgo que están dispuestos a asumir. Cuanto mayor sea, más altas son las probabilidades de incrementar la cuantía que perciben del Estado una vez alcancen la edad de jubilación.

La visión particular de la jubilación en Holanda

Tal como está planteado el sistema de pensiones en Holanda, los jubilados pueden recibir una pensión cuya cuantía es similar al salario medio obtenido durante la vida laboral. Esto sería imposible sin el porcentaje de trabajadores que aporta a los fondos de pensiones (9 de cada 10).

Además, las negociaciones entre empresarios y sindicatos para garantizar una jubilación en Holanda siempre ha sido algo habitual. Por lo tanto, para exportar este método a otros países, no solo es necesario considerar el ámbito económico, sino también otros aspectos que están más ligados al plano cultural.

Junto a Holanda, los sistemas de pensiones de Dinamarca, Finlandia, Austria, Suecia, Noruega, Singapur, Chile, Nueva Zelanda y Canadá cuentan igualmente con una buena valoración. Todos tienen en común altos porcentajes en los diferentes indicadores analizados (impuestos, ahorros, demografía, crecimiento económico, sistema político, etc.).