Si ahorrar no es fácil, mucho menos lo es invertir. Por eso, el Plan de Acumulación de Capital se convierte en un interesante producto financiero que aprovecha las ventajas de hacer operaciones mensuales a la inversión. Se trata de un método que te permite realizar aportaciones mensuales durante un periodo medio o largo que, como mínimo, recomiendan que sea de cinco años. Productos muy similares a las PIAS, cuya principal diferencia reside en la cantidad mínima de aportación inicial y en su cuota mensual.

¿Cómo funciona el PAC?

En el Plan de Acumulación de Capital se va acumulando el dinero ahorrado que se invierte en una serie de valores con una buena rentabilidad a largo plazo: ahorras un dinero todos los meses, siempre el mismo, y éste se invierte en una serie de valores con los que obtendrás beneficios a la larga.

Una de las claves para obtener una mayor rentabilidad, según comentan los expertos, consiste en doblar o triplicar nuestras aportaciones mensuales en el momento de caídas generalizadas de los mercados: si el valor de los títulos baja, se pueden comprar más siempre con las esperanza de que algún día, a largo plazo, se recuperen.

Con este funcionamiento, sin duda, la constancia se convierte en un valor imprescindible para invertir en este tipo de planes, ya que cuanto más ahorres y más tiempo tengas el PAC, más beneficios obtendrás.

¿Qué capital podemos tener con un Plan de Ahorro?

El capital que vamos acumulando en un plan de ahorro tipo PAC depende del importe en las aportaciones mensuales y del plazo en el que lo hayamos mantenido, pero también de la rentabilidad que vamos obteniendo.

Por ejemplo, si aportamos 300 euros al mes durante 20 años,  si lo hemos colocado en una hucha o  en una cuenta sin intereses, tendremos al final 72.000 euros, mientras que si la rentabilidad durante el periodo ha sido del 5% nuestro capital final será de 125.000 euros y, si la rentabilidad media durante nuestro plan de ahorro es del 7%, la cantidad final sería de 158.000 euros.

Por eso, además de la constancia, una de las claves para que este plan tenga éxito es saber dónde invertir. Y es que la rentabilidad al PAC se sustenta sobre la diversificación de nuestros ahorros.

Ventajas del Plan de Acumulación de Capital

Tanto el PAC como el PÍAS son productos que permiten invertir en economía mundial, siguiendo la línea ascendente que tiene el crecimiento y tecnológico de la renta variable o acciones de las principales empresas del mundo.

Si no conocías el método de ahorro PAC y te estás planteando invertir en un plan de ahorro, estas son algunas de las ventajas de estos productos financieros:

  • Las aportaciones mensuales se pueden aumentar durante el año e incluso agrupar en una sola.
  • Se puede retirar el capital acumulado sin penalización en la mayoría de los casos.
  • El interés compuesto combinado con el tiempo de aportaciones al plan -cuanto más joven se empiece más se puede multiplicar el capital acumulado-, permiten llegar a conseguir patrimonios acumulados aproximados que pueden ir en una relación de aportaciones mensuales de 200 euros a 20 años, que se conviertan en un capital de 190.000 euros que podremos disponer.

Todo esto supone que productos como PAC o PIAS nos permiten generar ahorros creados por nuestros activos, o que parte de nuestro ahorro lo podamos poner a trabajar a interés compuesto para nosotros. En este sentido, el seguro de ahorro PIAS de MAPFRE canaliza un ahorro con rentabilidad asegurada, liquidez y con la gran ventaja de no tener que tributar en el IRPF.

Y es que si de verdad te preocupa tu ahorro futuro, también puedes encontrar en los Planes de Pensiones MAPFRE la solución perfecta para proteger tu jubilación sin que tengas que confiar únicamente en el sistema de la Seguridad Social.