Si queremos aumentar la seguridad de nuestra inversión en productos de ahorro para la jubilación, debemos reducir el riesgo de los planes de pensiones que contratemos. Esta estrategia, que implica necesariamente una renuncia a obtener mayores rentabilidades, es la que siguen habitualmente los perfiles más conservadores.

Entre los planes de pensiones que menor riesgo tienen para conservar la inversión, destacan los garantizados y aquellos vinculados con activos de renta fija (pública o privada). Fuera de esta categoría, encontramos otros productos como los Planes de Previsión Asegurados (PPA). A continuación, detallamos las principales características de cada uno de ellos.

Planes de pensiones garantizados

Los planes de pensiones garantizados son productos de ahorro con riesgo prácticamente nulo o muy bajo. Aseguran la totalidad del capital principal que haya sido aportado el inversor, así como una rentabilidad mínima por contrato, durante un tiempo establecido.

A diferencia de otros planes de pensiones, el dinero aportado por el cliente debe realizarse mediante una única inyección. Por tanto, no existe la posibilidad de realizar aportaciones de forma periódica. El capital sólo se puede rescatar a vencimiento, ni antes, ni después, por lo que resulta imprescindible estar atento a las fechas.

Planes de pensiones de renta fija

Los planes de pensiones de renta fija, como su propio nombre indica, son aquellos que invierten mayoritariamente en activos de renta fija (públicos o privados). La exposición a la renta variable o a derivados vinculados con la misma es muy baja o nula, lo que mitiga significativamente el riesgo que asume el ahorrador. Dentro de esta tipología de productos, como los que comercializa MAPFRE, podemos encontrar:

  • Planes de pensiones de renta fija a corto plazo: La duración media de los activos que componen la cartera de inversión en menor o igual a dos años.
  • Planes de pensiones de renta fija a largo plazo: La duración media de los activos que componen la cartera de inversión es superior a los dos años.

En función del riesgo, los planes de pensiones de renta fija con menor exposición son aquellos vinculados a la deuda pública soberana. Los activos de renta fija corporativa están más expuestos a un hipotético impago, por lo que conviene revisar las calificaciones crediticias de los emisores.

Planes de previsión asegurados (PPA)

Los Planes de Previsión Asegurados (PPA) son productos de ahorro que se configuran como una póliza de seguros. Las aportaciones de capital, a diferencia de los planes de pensiones garantizados, pueden ser periódicas. El rescate del capital en este tipo de productos, como los que ofrece MAPFRE, no se puede realizar hasta que se produzcan ciertos supuestos (jubilación; invalidez absoluta; dependencia severa; enfermedad grave o fallecimiento).Además, para aquellos PPA contratados cuyas primeras aportaciones se produjeran desde el 1 de enero de 2015, el plazo mínimo son 10 años para poder rescatarlo. Por lo tanto, los primeros rescates se podrían producir a partir del 1 de enero de 2025.

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