Si los de renta fija han llamado tu atención, en este artículo detallamos las principales diferencias que existen entre pública y privada.

Centrándonos en los productos de renta fija pública, su principal particularidad es que están integrados por valores que emiten el Estado o cualquier organismo público. Dichos valores se negocian en el Mercado de Deuda Pública en Anotaciones, donde el Banco de España se sitúa como el organismo rector. Además de esta función, el Banco de España también se encarga de supervisar e inspeccionar cualquier anomalía que pueda ocurrir en este mercado.

En cuanto a los de renta fija privada, la principal diferencia con los anteriores es que los valores son emitidos por las empresas que tienen algún tipo de deuda. Al contrario que en los productos de renta fija pública, en los de renta fija privada sí es necesario registrar en la CNMV un folleto informativo o bien presentar la información que sea necesaria para su regulación.

¿Cuáles son los productos de renta fija pública?

  • Letras del Tesoro: como su propio nombre indica, se trata de unos activos a corto plazo emitidos por el Tesoro Público. El objetivo de este tipo de productos es paliar el déficit del Estado y para ello se suelen emitir letras a plazos de 3, 6, 12 y 18 meses. Las letras del Tesoro se consideran una de las opciones más seguras, ya que al tratarse de valores a corto plazo, las variaciones en el precio son mínimas.
  • Bonos y obligaciones del Estado: al igual que el caso anterior, los bonos y obligaciones del Estado también son emitidos por el Gobierno para sufragar la deuda pública. Tanto uno como otro tienen las mismas características, aunque difieren en el plazo: en el caso de los bonos oscila entre 3 y 5 años, y en las obligaciones el tiempo es superior. Invertir en este tipo de productos también es una actividad muy segura.

¿Y los de renta fija privada?

  • Bonos y obligaciones simples: ambos productos son valores mobiliarios correspondientes a una parte proporcional de un préstamo. Quienes apuesten por esta opción, recibirán su retribución con un interés que puede ser fijo o variable. La principal diferencia entre bonos y obligaciones, al igual que hemos comentado antes, es el plazo.
  • Pagarés de empresa: este tipo de productos se colocan a través de subastas o mediante la negociación directa entre el inversor y la entidad financiera. Se trata de valores que se emiten al descuento y su rentabilidad es el resultado de la diferencia entre el precio de compra y el valor nominal del pagaré.
  • Obligaciones subordinadas: en ciertas ocasiones se pueden llegar a confundir con las obligaciones simples, aunque las subordinadas tienen un contexto jurídico en caso de quiebra o procedimiento concursal del emisor diferente.
  • Cédulas hipotecarias: las entidades que emiten este tipo de cédulas son las entidades de crédito o sociedades de crédito hipotecario.
  • Cédulas territoriales: son similares a las anteriores, aunque en este caso entran en juego las Administraciones y Organismos públicos como entes a los que el emisor concede los préstamos y créditos.
  • Titulizaciones hipotecarias: es una de las formas que utilizan las empresas para financiarse y consiste en la venta o entrega de activos.

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