Las dudas sobre la sostenibilidad del sistema nacional de pensiones públicas parecen ser el mayor incentivo para la contratación de productos de ahorro privados. En este contexto, los sistemas de previsión como los planes de pensiones son complementos idóneos que nos permitirán contar con un recurso de liquidez adicional en el momento de la jubilación. Y cuentan, también, con algunas ventajas fiscales.

Además de la jubilación, los planes de pensiones también se pueden rescatar en situaciones como el fallecimiento del titular, la incapacidad o la situación de desempleo de larga duración, entre otros. De esta forma, y aunque no son productos tan líquidos como los fondos de inversión, constituyen también un colchón para este tipo de situaciones adversas. A continuación, detallamos cuándo es el mejor momento para contratar un plan de pensiones y la edad idónea para hacerlo.

Con qué edad contratar el plan de pensiones

La mejor respuesta a cuándo debemos contratar un plan de pensiones, como los que ofrece MAPFRE, es “cuanto antes”. Si realizamos aportaciones a estos productos a una edad más temprana, los nutriremos con un mayor volumen de capital y los rendimientos, en volumen, serán superiores. De esta forma, tanto el principal como las rentabilidades que percibamos cuando nos vayamos a jubilar serán más grandes.

Existe una creencia en el mercado que establece que la edad ideal para iniciar las aportaciones a planes de pensiones oscila entre los 35 y los 45 años. En esta etapa es cuando se suelen consolidar los proyectos familiares de mayor envergadura y los ingresos crecen. No obstante, mantenemos nuestra recomendación de “cuanto antes, mejor”.

Cuál es el mejor momento del año para contratarlo

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Resulta bastante común escuchar que el mejor momento para iniciar un plan de pensiones es a final de año, para poder aprovechar la deducción fiscal de hasta 2.000 euros anuales (antes 8.000) que ofrecen. De hecho, es en los últimos meses del ejercicio cuando hay una campaña comercial más atractiva por parte de las entidades.

El cambio de un plan de pensiones a otro, ya sea por un motivo de cambio en el perfil inversor o por características preferidas entre un producto u otro, también se suele realizar a finales de año por la misma razón. En este contexto, no obstante, la contratación o modificación de nuestro producto de ahorro o de nuestra estrategia se puede realizar en cualquier momento del año.