El principal objetivo de los inversores siempre es conseguir la máxima rentabilidad. Sin embargo, en ocasiones deben enfrentarse al dilema de vender acciones en pérdidas o mantenerlas para recuperar, al menos, el dinero invertido.

Analizar antes de vender en pérdidas

Dado que se trata de una situación que se repite a menudo, es importante saber analizar los datos para tomar la mejor decisión. En este sentido, el precio base juega un papel fundamental para determinar cuánto se deben revalorizar las acciones para alcanzar el nivel previo a la caída.

Por ejemplo, si el precio de una participación es de 200 euros y experimenta una bajada del 40 por ciento, su valor pasa a ser 120 euros (precio base). Para que dicho título vuelva a situarse en su coste inicial (200 euros) es necesario que se produzca una subida de más del 66 por ciento, que es una cifra superior a la del descenso.

Esto significa que cuanto mayor sea la caída, más alta es la diferencia entre el porcentaje de bajada y el que se precisa para volver al nivel anterior. En otras palabras, cuanto más se incrementan las pérdidas, más difícil es recuperar el dinero invertido.

¿Cuál es la mejor decisión?

En esta cuestión no existe una respuesta unánime, sino que la mejor decisión depende de la situación y de las circunstancias de cada inversor en particular. En la mayoría de los casos, las pérdidas en las inversiones suponen un fuerte varapalo, por lo que se tiende a intentar recuperar el capital, quedando la opción de conseguir un beneficio extra relegado a un segundo plano.

 

Por ello, suele ser habitual que gran parte de los inversores decidan no vender sus acciones cuando bajan. El motivo se encuentra en la idea de que mientras se mantengan los títulos, no se produce una pérdida real del dinero.

En este contexto, es preciso tener en cuenta que esta alternativa está asociada a un coste de oportunidad. Esto significa que la inversión que se conserva en las participaciones no se está destinada otros productos que pueden ofrecer una rentabilidad sumamente interesante. Por lo tanto, puede decirse que solo es recomendable esperar cuando se conoce la empresa a la perfección y se tiene la certeza de que los títulos volverán a subir.

¿Cómo evitar las consecuencias de unas acciones en pérdidas?

Aunque el mercado bursátil está sujeto a continuas subidas y bajadas, existen algunos consejos que permiten minimizar los efectos de las caídas demasiado fuertes:

  • Es fundamental adquirir la formación necesaria para invertir en Bolsa. El objetivo es conocer las estrategias básicas para perder lo mínimo y ganar mucho más.
  • Es importante no apostar todos los ahorros a una misma compañía y/o producto. En su lugar, es preferible diversificar la cartera en diferentes activos para compensar las elecciones menos acertadas.
  • Se debe establecer un límite máximo de pérdidas que se puedan asumir según el perfil de inversor y el capital disponible. Para ello, existen las órdenes “stop loss” que se programan en las plataformas de trading para vender las acciones de forma automática cuando bajan un determinado precio.

En otros casos, es posible confiar en las Soluciones de Inversión MAPFRE donde existen alternativas a medida de cada persona. Asimismo, se puede solicitar asesoramiento experto para conocer los productos que ofrecen la mayor rentabilidad.