Los títulos de deuda pública son los valores emitidos por el Estado, las comunidades autónomas y otros organismos públicos que reflejan la deuda que se contrae con un inversor. Se encuentran dentro de las posibles inversiones en renta fija.

¿Qué son los títulos de deuda pública y para qué sirven?

    La deuda pública son valores emitidos por el Estado, las comunidades autónomas u otros organismos públicos que funcionan como fuente de financiación para estas. Es decir, es el procedimiento por el cual las administraciones pueden obtener liquidez cuando lo necesiten para llevar a cabo proyectos o planes que requieren de esta.

    La emisión de deuda pública tiene lugar cuando el Estado tiene más gastos que ingresos y se ve ante una situación de déficit público. Para poder hacer frente a este exceso de gasto las administraciones tan solo tienen la salida de aumentar su deuda para obtener liquidez.

    Cualquier inversor puede comprar deuda pública, lo pueden hacer tanto los ciudadanos del país que la emite como aquellos que residan en otros países extranjeros. Si se tiene en cuenta la nacionalidad de las inversiones, la adquisición de la deuda pública se divide en dos categorías:

    • Adquisición interna: las inversiones en deuda pública se realizan por personas que son nacionales del país que las emite.
    • Adquisición externa: las personas que compran la deuda pública del país son particulares de estados extranjeros.

    El inversor, una vez que haya adquirido los títulos por deuda pública, puede hacer dos cosas con el título: esperar a su vencimiento y cobrar el montante invertido y los intereses, o revender el título.

    ¿Qué tipos de deuda pública existe?

    Las encargadas de emitir la deuda son las administraciones públicas y estas fijarán el plazo dependiendo de sus necesidades en cada momento. En función del plazo de deuda, los títulos de deuda pública pueden ser los siguientes:

    • Letras del Tesoro: activos a corto plazo que no suelen exceder en un tiempo superior a un año (3, 6, 9 o 12 meses). Estos títulos no dan de manera explícita un tipo de interés, sino que el comprador obtiene un rendimiento comprando un título por un precio inferior al precio de rendición o vencimiento. Tradicionalmente, y por contar con la garantía del Gobierno y con un plazo de vencimiento corto, se consideraban una de las inversiones financieras de mayor seguridad.
    • Bonos: se trata de un título que representa una parte de deuda emitida por una entidad para la financiación de un proyecto. Los bonos son títulos a medio plazo, con una duración de más de 5 años y con un tipo de interés explícito.
    • Obligaciones del Estado: la principal diferencia entre una obligación y un bono reside en su plazo de reembolso. Tanto los bonos como las obligaciones del Estado se emiten por el Gobierno para financiar el déficit público. Las obligaciones del Estado se emiten a 10,15 y 30 años.

    Deuda autonómica y de otros organismos

    Las comunidades autónomas y otros organismos públicos emiten valores a corto (pagarés) y largo plazo con características similares a las Letras del Tesoro, los bonos y obligaciones del Estado, respectivamente. En la página del Banco de España se puede consultar información sobre precios cotizados y operaciones cruzadas de la deuda pública negociada.

    Además de los títulos de deuda pública existen otros productos muy interesantes que permiten invertir de una manera ajustada a cada plazo y perfil de riesgo. Se trata de los Fondos de Inversión de MAPFRE, un instrumento de inversión colectiva diseñado para que cualquier ahorrador, desde pequeñas cantidades, pueda beneficiarse de ventajas similares a las que tendría un gran inversor o inversor institucional. Y es que en MAPFRE tenemos un producto para cada necesidad y plan ahorro: desde Seguros de Rentas y Ahorro hasta Planes de Pensiones para proteger el momento de nuestra jubilación.

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