Cada persona puede y debe marcar el riesgo que quiere asumir en cada una de sus inversiones. El alto riesgo se relaciona con rentabilidades superiores, pero para tomar una decisión adecuada y segura, hay que conocer todos los productos del mercado y entender cómo la capacidad de generar rendimientos se relaciona con el riesgo a asumir.

El riesgo y la rentabilidad en los productos de ahorro

Los planes de ahorro e inversión se clasifican por el riesgo, de manera que hay productos interesantes para todo tipo de perfiles inversores: conservadores, moderados y agresivos. Los planes de alto riesgo se relacionan con altas rentabilidades, sin embargo, la probabilidad de lograr esos mejores resultados no es certera, de ahí que el inversor que se decanta por estos productos, debe ser consciente de que la alta rentabilidad no está garantizada.

Los expertos en finanzas recomiendan a los inversores dejarse asesorar por profesionales para encontrar productos de ahorro con los que sentirse cómodo e informado. El alto riesgo es un producto de ahorro que, por lo general, se recomienda a un perfil concreto, valorándose tanto la personalidad o el gusto del titular como sus circunstancias personales y estado financiero.

El riesgo se relaciona tanto con el capital invertido (que puede estar o no garantizado) pero también con factores como la disponibilidad del capital o el plazo para el que está previsto el producto.

Productos de alto riesgo para invertir

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Hay muchos productos para el ahorro y dentro de cada uno de ellos hay variedades y niveles de riesgo, incluso dentro de un mismo tipo de productos genérico. El ejemplo más popular es el de los planes de pensiones que se recomiendan cuando hay un fin concreto para la inversión: preparar la jubilación.

Sin embargo, hay planes de más o menos riesgo, en los que, aunque el capital invertido se garantiza, la rentabilidad varía en función del riesgo y el tipo de plan que se contrate.

Renta Fija

Los productos de renta fija –pública o privada- reconocen una deuda para quien los emite, y el inversor que los adquiere se convierte en acreedor de ese emisor que le vende su deuda como producto de inversión.

  • La renta fija tiene riesgo de mercado –pueden cotizar por debajo del precio de comprar-.
  • Riesgo de liquidez: no siempre se puede recuperar lo invertido, cuando se desea, es necesario que el mercado tenga compradores dispuestos a adquirir la deuda para que el inversor pueda hacer líquido de nuevo su producto.
  • Riesgo de crédito: existe la posibilidad de que el emisor de la deuda comprada no pueda pagar los intereses.

Renta Variable: acciones

Los productos que invierten en renta variable son bastante populares y se caracterizan porque en el momento de su compra o contratación no se conoce a ciencia cierta cuál será su evolución en el mercado. Hay diversos grados de riesgo porque, aunque la evolución es incierta, hay compañías que presentan previsiones a futuro muy estables y claras.

Las acciones ordinarias de las compañías cotizadas en los diferentes mercados bursátiles son los valores más conocidos y representativos de la renta variable. Son productos de inversión de riesgo, pero van del bajo al alto grado de riesgo, según cotizaciones, tipo de mercado, cantidad…

Al contratar productos con renta variable es importante conocer todos los detalles para saber con certeza qué riesgo se está asumiendo, en qué grado y a qué plazo.

Fondos de inversión

El riesgo de los fondos de inversión es muy variado, pero los hay efectivamente de alto grado de riesgo. Cuando un ahorrador forma parte de un fondo de inversión debe conocer sus condiciones, detalles y grado de riesgo al que expone su inversión.

Los fondos de inversión que se ofertan a minoristas no suelen presentar riesgo elevado o no para el total del capital, buscándose el equilibrio para responder a las necesidades de un ahorrador de perfil medio y no demasiado agresivo en su riesgo.

Productos híbridos: preferentes

En un intento de responder a las necesidades de todos los tipos de inversores han surgido productos que por su naturaleza no pueden clasificarse como renta fija, ni tampoco como renta variable. Por ello, se denominan híbridos porque presentan algunos aspectos asimilables a la renta fija y otras características propias de la renta variable.

Dentro de este tipo de elemento híbrido para el ahorro están algunos de alto riesgo como las participaciones preferentes y las obligaciones y bonos convertibles.

Productos derivados: alto riesgo

Este tipo de productos son de riesgo elevado y gestión complicada pues su valor deriva de la evolución de los precios de otro activo subyacente. Dentro de este tipo de productos están los futuros, opciones, warrants, certificados, contratos de compra venta de opciones y contratos financieros por diferencias (CFD).

Productos estructurados

Este tipo de productos exige gestión profesional tanto por su carácter complejo como por su elevado riesgo que debe asumirse y conocerse con detalle. Este tipo de productos conjugan dos o más instrumentos financieros en una sola estructura.

El consejo unánime ante la inversión con más o menos riesgo es la información y la transparencia, además de apostar por gestores profesionales y de reputación comprobada. Si por tus condiciones personales y financieras aspiras a invertir tu ahorro en herramientas de alto riesgo debes asegurarte que comprender todas sus condiciones y detalles para sentirte cómodo con tu inversión durante todo el tiempo.