Un plan de pensiones o un seguro de renta vitalicia son solo dos de los productos de ahorro que dan lugar al disfrute de diversos tipos de rentas cuando se rescatan. Si estás interesado en contratar este tipo de instrumentos para la previsión económica, es básico que sepas qué tipo de renta prefieres o se ajusta más a tus necesidades; también en el caso de que decidas no rescatar tu plan en forma de capital, sino de renta.

En qué consisten las rentas financieras

    Las rentas financieras se definen porque su cuantía de beneficio está sujeta al mercado financiero. El capital que invierte el titular –aportaciones- ofrece un grado de rentabilidad y esa ganancia obtenida se suma al importe económico de la prestación.

    Cuando se rescata un plan de pensiones puede hacerse a través de la contratación de rentas financieras que permiten que el dinero ahorrado en el plan siga creciendo, a la vez que el titular disfruta de una renta financiera bajo las condiciones que se acuerde con la entidad aseguradora.

    • Los titulares de rentas financieras designan los beneficiarios en caso de fallecimiento con total libertad, no tienen que ser familiares en ningún grado. En caso de varios las partes pueden ser iguales o porcentuales.
    • Una vez al año es posible solicitar un anticipo a cuenta de la renta pendiente de cobro.
    • Sin circunstancia especial, el titular que está disfrutando de una renta financiera puede solicitar cobrar de forma anticipada el capital equivalente a los derechos remanentes totales de que disponga en el fondo de pensiones.

    Tipos de rentas aseguradas

    Convertir un ahorro concreto en una renta asegurada es una opción que muchas personas prefieren y recomiendan por la comodidad y seguridad que supone contar con unos ingresos constantes, especialmente en la tercera edad. Es una forma de rescate de plan de pensiones especialmente indicada para perfiles conservadores o muy conservadores que prefieren sacrificar la rentabilidad de las inversiones que pueden traer grandes beneficios, pero también pérdidas, evitando el riesgo.

    Las rentas aseguradas –también conocidas como actuariales se caracterizan por sus garantías, ya que la cuantía de la renta mensual y el tiempo por el que se recibe esta renta se plasma en la póliza de contrato. Dentro de este esquema general, las rentas aseguradas dan lugar a una gran cantidad de posibilidades y modalidades que como titular de un Plan de Pensiones MAPFRE tienes a tu alcance si te decantas por esta forma de rescate.

    • Temporal o vitalicia. La renta puede decidir disfrutarla durante un número de meses concretos o a lo largo de toda la vida del titular. En el caso de las temporales existe la posibilidad de que la renta que se perciba sea solo rentabilidad generada y al acabar el plazo previsto, el titular recobraría el capital inicial invertido.
    • Constante o creciente. La cantidad de renta a percibir cada mes puede ser constante o creciente según se prefiera.
    • Con reversión de renta. Al contratar una renta asegurada vitalicia se puede elegir qué hacer en el momento de la muerte del beneficiario. La reversión se refiere a la posibilidad de que otra persona designada por el titular siga disfrutando de la renta hasta tu muerte. Esta es una posibilidad
    • Fallecimiento. Si la renta vitalicia no tiene cobertura de reversión, la tendrá de fallecimiento lo que significa que los herederos del titular reciben el capital invertido en las condiciones acordadas.

    Convertir el capital ahorrado en rentas aseguradas vitalicias o temporales, o en rentas financieras es una forma cómoda y sencilla de completar las pensiones contributivas en el momento de la jubilación para afrontar esta etapa de la vida sin problemas económicos y con ingresos constantes.