El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas es un gravamen progresivo que varía según los ingresos. Por ello, para calcularlo se tienen en cuenta, entre otros factores, los tramos del IRPF que influyen en el resultado final de la declaración de la renta. En cada uno se establece un porcentaje distinto que se aplica sobre la base liquidable para calcular cuánto se debe pagar a Hacienda.

Además, los trabajadores experimentan todos los meses una retención sobre su nómina, a modo de anticipo de lo que se debe pagar de manera anual. Así, una parte de los rendimientos del trabajo, actividades profesionales, ganancias patrimoniales o rendimientos del capital mobiliario e inmobiliario tiene que destinarse a la administración tributaria.

¿Cómo funcionan los tramos del IRPF?

Para entender cómo se establecen los tramos del IRPF es necesario explicar que la clave de este impuesto es conseguir que paguen más quienes más ganan. Para lograr que sea un impuesto progresivo, los ingresos se dividen en diferentes escalas y se asigna un porcentaje a cada una.

De esta forma, cuanto más bajas sean las rentas, menos parte se debe pagar a la Agencia Tributaria. Por lo tanto, en función de los ingresos declarados por los contribuyentes se establece una retención específica. Durante el año 2023, los tramos de IRPF son:

  1. De 0 hasta 12.450 euros: 19%.
  2. De 12.450 hasta 20.200 euros: 24%.
  3. De 20.200 hasta 35.200 euros: 30%.
  4. De 35.200 hasta 60.000 euros: 37%.
  5. De 60.000 hasta 300.000 euros: 45%.
  6. A partir de 300.000 euros: 47%.

Debe tenerse en cuenta que el IRPF se divide en un tramo estatal y otro autonómico, lo que significa que a estos porcentajes son la suma de la parte estatal y la autonómica. Además, en el resultado del impuesto también influyen otros factores, como deducciones y bonificaciones que correspondan en cada caso, situación familiar, tipo de contrato, etc.

¿Cómo se aplican los tramos del IRPF?

Los tramos del IRPF se van aplicando de forma progresiva. Poniendo un ejemplo práctico, significa que, si un trabajador gana 40.000 euros, no tiene una retención del 37% por todos sus ingresos totales. En su lugar, se toma el porcentaje que se establece en cada intervalo:

  • Para los primeros 12.450 euros: retención del 19%.
  • Entre 12.450 y 20.200: retención del 24% sobre 7.750 euros.
  • Entre 20.200 y 35.200: retención del 30% sobre 15.000 euros.
  • Entre 35.200 y 40.000: retención del 37% sobre 4.800 euros.

Además de conocer los tramos del IRPF y las circunstancias personales que influyen en el cálculo de las retenciones, es aconsejable informarse sobre las partidas que se pueden deducir en la declaración de la renta para obtener un resultado más favorable. Una de las opciones que ayuda a reducir la base del IRPF son los productos de ahorro privado, cuyas aportaciones son deducibles a la hora de calcular este gravamen.

En concreto, los Planes de Pensiones MAPFRE son una excelente solución para quienes buscan garantizar su calidad de vida en el futuro. Además, permiten ahorrar desde dos perspectivas durante el tiempo que resta hasta la jubilación.

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