El aumento de la productividad en las horas de trabajo es algo que interesa tanto a trabajadores como a empresarios. Con ello, se logra optimizar los recursos con los que dispone la empresa y la producción de bienes o servicios que va a ofrecer a sus clientes y por consiguiente el aumento de los beneficios.

En España, por lo general, la mayoría de las empresas no ofrecen un horario flexible para sus trabajadores, ya que es muy complicado cuando se trata, por ejemplo, de empleos del sector servicios o la atención al cliente que requieren de un horario específico para atender al consumidor. Lo ideal para que el trabajador alcanzase su mayor nivel de productividad sería que se adaptase a los horarios en los que es más productivo según sus biorritmos.

Por lo general, existen dos tipos de biorritmo diferenciados, los de aquellas personas que realizan de manera más eficaz y rápida cualquier actividad a primera hora de la mañana y que a medida que va avanzando el día su energía y concentración disminuye; o aquellas que por el contrario necesitan varias horas para ponerse en marcha y alcanzan a media tarde su momento de más productividad. En rasgos generales, no todo es blanco o negro y cada persona tiene su propio ritmo, por lo que la gran mayoría de la población puede estar integrada en uno u en otro grupo.

Las horas de más productividad

Con el objetivo de mejorar la productividad en las empresas en los últimos años se han realizado multitud de estudios que tratan de medir qué horas son las mejores. Estos estiman que la hora top para realizar cualquier trabajo es durante las primeras horas del día, ya que el cuerpo se encuentra cargado de energía y es capaz de focalizar más la atención en las tareas que se le encomiendan. Por ello, cuando más concentrados estamos es durante las 2 o 3 primeras horas de trabajo, a partir de ahí la atención y la energía desciende y hace que la productividad también baje.

Cómo conseguir más productividad

Como hemos señalado anteriormente, la productividad de la empresa y los trabajadores revierte en los beneficios para unos y para otros. En el caso de los trabajadores autónomos, la gestión del tiempo puede adecuarse mucho más a sus horas productivas que en el resto de personas, ya que su empleo les permite ajustar mejor la tarea a cada momento del día.

Hasta el momento hemos hablado de la productividad del trabajador, pero ¿qué papel tiene la empresa en el aumento esta productividad? La empresa debe crear un ambiente laboral que favorezca el trabajo. Es decir, dotar el lugar de las condiciones necesarias para desarrollar la actividad sin problemas. Además, para que el empleado trabaje más feliz y con una actitud más positiva hacia su puesto y sus tareas es importante que se sienta valorado, apoyado, dentro de un ambiente de confianza y compañerismo.

Esto, a la larga, hará que el trabajador adquiera un mayor nivel de compromiso con la empresa y tenga un carácter más proactivo, ya que considera que sus ideas o sugerencias son tenidas en cuenta. Por otra parte, al eliminar factores que desequilibren el clima de trabajo se desarrollan actitudes más colaborativas entre los compañeros.

Trabajadores más productivos

Un trabajador feliz y valorado será más productivo. Por ello y como hemos señalado anteriormente, la empresa debe poner de su parte para que el empleado adquiera este compromiso. ¿Qué puede ayudar a un trabajador a mejorar su productividad?

  • Lo primero es que establezcas horarios y hábitos en los que aproveches tus horas más productivas para realizar aquellas tareas que requieren más concentración o que tienes que elaborar en menos tiempo, pero manteniendo un buen nivel de exigencia.
  • Para lograr estos horarios no hay nada mejor que conocerse a uno mismo y comprender en qué momentos del día eres más eficaz. Para ello, es bueno que cuentes con aparatos para medir el tiempo, de esta manera, puedes saber lo que tardas en realizar cada una de tus tareas y cómo puedes gestionar mejor el tiempo para aprovechar al máximo tu jornada laboral.
  • Planifica tu jornada laboral. Es importante que antes de empezar a trabajar conozcas las tareas que debes realizar ese día. En ocasiones, surgen imprevistos que pueden descolocar tu agenda, pero ordenar los distintos quehaceres y dar prioridad a unos sobre otros te ayudará a gestionar mucho mejor el tiempo.
  • Evita las distracciones. Este punto parece algo evidente, pero en ocasiones no reparamos en ello, miramos el móvil, nos entretenemos en redes sociales o revisando el correo electrónico. Esto te llevará a desconcentrarte y al intentar retomar de nuevo la tarea será más complicado.
  • Es mejor que no seas multitarea, es decir, céntrate en cada una de las asignaciones, en solo una a la vez, de esta manera estarás centrado en una y la resolverás de forma mucho más eficaz. Si realizas varias al mismo tiempo, la atención pasa de una a otra sin profundizar en ellas.
  • Si debido a un pico de trabajo o a niveles de elevado de estrés no eres capaz de desarrollar todas las tareas asignadas, es bueno que cuentes con tus compañeros y que delegues en ellos algunas obligaciones, así fomentarás el trabajo en equipo y gestionarás mucho mejor la jornada.
  • En muchas ocasiones la actitud lo es todo. Si te enfrentas a tu trabajo con desánimo es muy probable que lo hagas con desgana y hastío y que esto se resienta en tu productividad final.
  • Por último, es importante que tengas tus elementos de trabajo ordenados para poder encontrarlos rápidamente cuando necesites usarlos y que no dificulten tu movilidad y concentración.

Estos consejos te ayudarán a mejorar tu nivel de productividad en el trabajo, pero también tu salud, ya que podrás descender los niveles de estrés. Contar con el Seguro de MAPFRE Salud y su excelente cuadro médico te ayudará a rendir más en tu trabajo y a disfrutar de tu tiempo libre.