Es normal que dentro de las cláusulas de un contrato de trabajo se fije un periodo de prueba. Su objetivo es que la empresa pueda saber si el trabajador que acaba de contratar es apto y adecuado para la tarea que debe realizar y que el empleado pueda evaluar también a la empresa.

La principal característica y ventaja del periodo de prueba es que tanto la empresa como el empleado pueden dar por finalizado el contrato en cualquier momento sin apenas papeleo y sin tener que justificar el motivo.

La duración máxima del periodo de prueba dependerá el convenio y categoría del trabajador, pero puede ir desde unos días hasta meses. Además, debe figurar de forma expresa en el contrato.

¿Cuántos periodos de prueba puede tener que superar un trabajador en una misma empresa?

Con carácter general solo habrá que superar un periodo de prueba. Sin embargo, esto no quiere decir que sea ilegal establecer dos periodos de prueba siempre que se cumplan ciertas condiciones.

El artículo 14 del Estatuto de los Trabajadores define con carácter general cómo funciona este periodo de prueba. El texto legal recalca que un trabajador no puede pasar dos periodos de prueba en una misma empresa cuando “ha desempeñado las mismas funciones con anterioridad en la empresa, bajo cualquier modalidad de contratación”.

En otras palabras, no puede haber dos periodos de prueba seguidos en la empresa salvo que inmediatamente después del primero cambies de puesto.

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Dos excepciones a la norma general

Que cambies de puesto laboral o tengas que realizar funciones diferentes en la empresa es el principal motivo por el que se puede poner un segundo periodo de prueba, pero no el único.

Una empresa también puede volver a imponer un periodo de prueba cuando ha pasado mucho tiempo entre un contrato y otro. Lo que no existe es un plazo específico que marque cuánto tiempo es suficiente.

Este marco temporal puede variar en función del sector y de las funciones del trabajador. En cualquier caso, la empresa debe justificar que ha habido cambios lo suficientemente importantes como para que el empleado tenga que volver a probar su valía.

La segunda excepción se da cuando no se finalizó el periodo de prueba del primer contrato. Para que lo entiendas mejor, imagina una persona que entra a trabajar a una empresa con un periodo de prueba de seis meses pero por una u otra razón se marcha a los cuatro meses.

En este caso, la empresa podría volver a ponerlo a prueba. Eso sí, el plazo máximo de este periodo no podrá superar el que marque el convenio o el estatuto. Con el ejemplo anterior, ese segundo periodo de prueba debería ser de dos meses como mucho.

Dudas habituales sobre el periodo de prueba

Conocer la normativa general sobre el periodo de prueba y cómo funcionan los contratos laborales ayuda, pero aun así es fácil que sigan surgiendo preguntas concretas sobre cuándo puede haber periodo de prueba y cuándo puede repetirse.

Estas son las más repetidas.

H3: Empiezas con una ETT y luego te contrata la empresa

Esta es la duda más frecuente. En determinados sectores es habitual entrar en una empresa a través de una Empresa de Trabajo Temporal o ETT y terminar después contratado. ¿Sería legal tener dos periodos de prueba en ese caso? En absoluto.

Si el trabajador continúa desempeñando el mismo trabajo y con el mismo puesto no se puede justificar un segundo periodo de prueba porque sus funciones no han cambiado. Esta misma lógica se aplica en el siguiente caso.

Tienes  un contrato temporal y después te hacen fijo

El artículo 14 del Estatuto de los Trabajadores es claro al respecto cuando habla de “bajo cualquier modalidad de contratación”. Si las funciones son las mismas, no importa el tipo de contrato.

Lo mismo ocurre cuando se renueva un contrato temporal o cuando se pasa de un contrato a tiempo parcial a uno de jornada completa o al revés.

Recibes un ascenso dentro de la empresa

Un ascenso normalmente implica un cambio de funciones, ¿sería legal tener que pasar un segundo periodo de prueba? La respuesta es negativa.

Lo más normal en estos casos es modificar las funciones del empleado y del contrato, pero no firmar uno nuevo. Al no haber un nuevo contrato, no se podría imponer un segundo periodo de prueba.

¿Y si resulta que el trabajador no se adapta al nuevo puesto o demuestra no ser competente? En este caso la empresa podría prescindir de él por falta de adaptación y el despido sería objetivo y procedente si la compañía justifica la decisión.

Estas son situaciones en las que es fácil que te preguntes si puede haber otro periodo de prueba. Una forma de enfrentarte a estas y otras dudas laborales es contar con el Seguro de defensa jurídica MAPFRE.