Si estás pensando en empezar a trabajar por cuenta propia es probable que te asalten múltiples dudas. Esta sensación es bastante habitual y, de hecho, no suele desaparecer con el paso del tiempo. Sin embargo, se pueden analizar con detenimiento las ventajas y desventajas de ser autónomo para tomar una decisión más consecuente.

Ventajas de ser autónomo

Aunque no todo son beneficios en el hecho de ser autónomo, existen una serie de puntos positivos que animan a muchas personas a emprender un negocio de forma independiente en lugar de trabajar para otra empresa.

Control total sobre la actividad

Los trabajadores por cuenta propia tienen la gran ventaja de no estar obligados a rendir cuentas ante ningún jefe. Ellos mismos son los encargados de decidir la gestión de la actividad económica, la forma de hacer las cosas, la carga de trabajo que se asume, la definición de los objetivos, etc.

Flexibilidad horaria

Salvo que se trate de un establecimiento abierto al público donde sea necesario cumplir con un horario concreto, en la mayoría de los casos, los autónomos pueden disfrutar de una mayor libertad para organizar su tiempo de trabajo. De este modo, es más sencillo compaginar la vida familiar y laboral.

Los beneficios pueden ser más altos

A diferencia de lo que ocurre en un trabajo por cuenta ajena, todo el dinero que se genera al desarrollar una actividad de forma autónoma corresponde a su titular. Por lo tanto, los beneficios dependen en gran medida de la dedicación que se ofrezca al negocio. Además, en este régimen es posible trabajar para tantos clientes como se decida a la vez.

Ayudas para nuevos autónomos

Dado que los inicios son bastante difíciles, por parte de la Administración Pública se ofrecen diferentes ayudas a los nuevos autónomos que deciden poner en marcha un negocio. Es el caso, por ejemplo, de la tarifa plana de 60 euros al mes durante el primer año o el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) reducido que permite aplicar solo el 7% en las facturas durante el año en que se produzca el alta y los dos siguientes.

Desventajas de ser autónomo

En comparación con el trabajo por cuenta ajena, los autónomos se enfrentan a una serie de inconvenientes que conviene tener muy presentes antes de lanzarse a emprender.

Capital inicial para empezar

Según el tipo de negocio, suele ser necesario contar con una cantidad de dinero más o menos alta para empezar a desarrollar la actividad. Si no se cuenta con dicho importe es preciso pedir un préstamo en una entidad financiera o a algún familiar con las consiguientes molestias que ello implica. Además, en el supuesto de que la idea no funcione, la inversión realizada se pierde por completo.

Los ingresos no están asegurados

Una de las mayores desventajas de ser autónomo es la incertidumbre de los ingresos que se pueden percibir en cada periodo. Un trabajador por cuenta propia no tiene la seguridad de recibir todos los meses una cantidad fija, sino que su sueldo depende de cómo funcione el negocio.

Dificultades para obtener financiación

Por norma general, los autónomos se encuentran con más trabas a la hora de solicitar un préstamo tanto a nivel profesional como personal. Para que los bancos acepten la petición, suele ser necesario cumplir con unos requisitos más exigentes que en el caso de los asalariados.

Mayor nivel de responsabilidad

Para trabajar por cuenta propia es necesario ser una persona altamente responsable para cumplir con los objetivos marcados, ya sea en plazos como en tareas. Asimismo, también es importante considerar esta capacidad de responsabilidad desde el punto de vista de tener que responder con el patrimonio personal frente a posibles deudas.

Por último, debe tenerse en cuenta que, de cara a la jubilación, la pensión de los autónomos es considerablemente inferior que en el caso del resto de trabajadores. Por lo tanto, cuando se decide iniciar una actividad por cuenta propia es importante contratar cuanto antes un Plan de Pensiones MAPFRE para asegurar el futuro con un complemento a la prestación pública.