Carsharing, crowdfunding, coworking… son términos que tienen algo en común: todos ellos forman parte de la emergente economía colaborativa, un fenómeno que en poco tiempo ha pasado de ser una práctica residual a mover miles de millones de euros en todo el mundo, además de albergar una gran heterogeneidad de actividades bajo su paraguas. Una de ellas, la más novedosa, es el coliving o co-living.

Un nuevo modelo de vida que se está empezando a implantar tímidamente en España y que, a todas luces, promete convertirse en la vivienda del futuro.

El coliving entró en nuestro país en 2015 como una variante rural, concretamente en Canarias, Andalucía, Barcelona, Baleares o Alicante, pero aquella idea aún distaba mucho del concepto urbanita del coliving original.

Es ahora cuando las empresas están apostando por este tipo de viviendas en las grandes ciudades debido, sobre todo, a la demanda de los millennials que, ante los altos precios de los alquileres, se ven obligados a buscar otras opciones. Pero el coliving no es simplemente compartir casa, el concepto va mucho más allá.

¿Qué es el coliving?

El germen del coliving se gestó, cómo no, en Silicon Valley como solución a los problemas de espacio y dinero de todos aquellos que acudían a la meca de la tecnología para convertirse en aspirantes a ser el nuevo Zuckerberg. Los roommate dieron paso a otro tipo de espacios compartidos en los que las zonas privadas eran más reducidas y las comunes, más amplias.

Pero el coliving va mucho más allá de compartir vivienda: engloba toda una filosofía de vida. En estos lugares se forma una comunidad en la que sus integrantes conviven, pero también comparten ideas, trabajo, actividades recreativas, o simplemente charlan durante la cena. Es un tipo de economía colaborativa en la que todos los intercambios enriquecen a todos los miembros.

La expansión del coliving

La mayoría de los espacios de coliving se encuentran en países anglosajones (principalmente en Estados Unidos) y están ocupados mayoritariamente por singles que buscan un lugar en el que vivir, compartir ideas y experiencias, y un entorno profesional colaborativo, además de un hogar asequible en las grandes ciudades.

No hay que olvidar que el acceso a la vivienda en ciudades como Nueva York, Londres o Madrid, es complicado, y que tendemos a una sociedad cada vez más individualizada, con modelos de familia que van desde solteros, hasta divorciados o familias monoparentales.

La realidad nos muestra que cada vez hay más hogares en los que vive una sola persona, y los inversores inmobiliarios lo saben. Buena muestra de ello es We Work, el principal operador del coworking del mundo, que ha lanzado su propia marca de coliving (WeLive) en Nueva York y Washington; o Common, otro de los grandes de este negocio, que opera en Los Ángeles, Chicago, Seattle y San Francisco.

¿Cómo se organiza la vida en un coliving?

Todo aquel que forme parte de un espacio compartido no solo está alquilando su habitación, sino que también garantiza el disfrute de las áreas comunes. Por eso, uno de los requisitos del coliving es aportar valor. De esta forma, se favorece la participación activa de todos los miembros, para que colaboren en el desarrollo del proyecto participando y aportando ideas.

    Para que todo funcione como un engranaje perfecto, existe la figura del community developer o, lo que es lo mismo, el administrador que se encarga del mantenimiento de toda la propiedad. Como ayuda, cuenta con los connectors, que son aquellos residentes que aceptan voluntariamente alguna responsabilidad y sirven como nexo de unión entre los community developers y el resto de miembros.

    Otra parte importante son los community managers, que son los que gestionan y organizan las diversas actividades que se realizan en los espacios compartidos, que pueden ir desde charlas o yoga, hasta resolución de conflictos propios o con otros miembros, como aprender clases de cocina o un idioma, compartir recetas de cocina, etc.

    La tecnología también juega un papel importante. Muchos de estos espacios cuentan con Apps propias que favorecen el contacto entre todos los integrantes o que ofrecen información sobre las actividades que se desarrollan en la comunidad.

    Coliving en España

    Como decíamos al principio, el fenómeno del coliving está llegando con cuentagotas a España, pero ya se ven los primeros frutos. La empresa especializada en coworking Urban Campus (integrada por Fabernovel y Fluxus Ventures) ha abierto dos espacios en Madrid y en los próximos meses se extenderá a Barcelona, Valencia y Sevilla.

    Estos espacios cabalgan a medio camino entre una versión mejorada de una residencia de estudiantes con las comodidades de un hotel. Cada inquilino cuenta con un dormitorio privado, amueblado y con baño, y con varias instalaciones para compartir como cocina, salones, espacios de coworking 24 horas, salas de juego, gimnasio, varias terrazas, y servicio de limpieza y mantenimiento continuos.

    Medici Living también se ha fijado en España para explotar este concepto mediante la adquisición, promoción y gestión de activos para su reconversión en colivings. En nuestro país, operará bajo la marca Quarters y su primer proyecto de coliving se ubicará en el centro de Barcelona.

    Medici Living cuenta con varios edificios repartidos por el mundo, en ciudades como Berlín, Nueva York o Chicago (en el vídeo), cuyos residentes abonan unas mensualidades que oscilan entre los 1.100 y 1.500 dólares.

    Si quieres ser uno de los inquilinos de estos novedosos espacios, recuerda que también necesitan un seguro que los proteja. Por eso, los Seguros de Hogar MAPFRE te ofrecen las mejores coberturas adaptadas también a los modelos colaborativos.