Dos funciones principales cumplen los clubes de fidelización de empresas, convirtiéndolos en una interesante ventaja competitiva. Por un lado, son una vía para mejorar la relación los clientes, incentivando su fidelidad y lealtad. De otra parte, se convierten en excelentes formas de promoción dentro de la estrategia de marketing y publicidad de cualquier compañía, ayudando a dar visibilidad y reconocimiento a la marca, lo que supone la entrada de nuevos consumidores también.

Los titulares del Seguro de Hogar MAPFRE o de cualquiera otra póliza son miembros de su propio club en el que disfrutan de atractivas y exclusivas ventajas como el servicio de telefarmacia o la asistencia legal personalizada, entre otros.

¿Por qué necesitan las empresas clubes de fidelización?

La necesidad de retener a los clientes existe de manera universal en cualquier compañía. Hay expertos en gestión empresarial que recuerdan que, si conseguir nuevos consumidores es importante, mantener fieles a los que ya se tienen no es una meta menor, sino un objetivo empresarial clave que marca la diferencia entre la continuidad o el fracaso de una empresa.

Los clubes o programas de fidelización son necesarios dentro de una estrategia de atención y/o cuidado al cliente. Aunque no todas las empresas articulan este tipo de instrumentos o no siempre los mantienen, los gestores profesionales confirman que son válidos para todo tiempo de compañías con independencia del tamaño o el sector al que se dediquen.

La utilidad de un club de fidelización a una empresa se resume en la teoría en 5 funciones principales que explican por qué las empresas ponen en marcha este recurso.

  • Ventaja competitiva frente a la competencia.
  • Aumenta el grado de satisfacción de los clientes.
  • Abre un nuevo canal de comunicación con los consumidores.
  • Atrae nuevos clientes.
  • Colabora en el conocimiento de la marca o empresa.

¿Qué elementos debe tener un club de fidelización?

Los programas de fidelización a través de club, no son una estructura cerrada y gracias a  las nuevas formas de comunicación e información, este tipo de recursos son cada día más originales y creativos, aumentando la satisfacción del cliente y respondiendo a su necesidad de disfrutar de iniciativas personales y exclusivas.

Aun partiendo de que los clubs de fidelización admiten muchas adaptaciones, desde un punto de vista teórico, se pueden clasificar los diferentes tipos de programas de acuerdo con su estructura y características.

Programas multi partner

Es habitual que varias empresas de un mismo grupo o de diferentes, pero con clientes coincidentes o próximos trabajan conjuntamente en un mismo programa de fidelización. Es el caso, por ejemplo, de tarjetas de supermercados que pueden utilizarse en gasolineras con iguales o semejantes recompensas o beneficios.

Estrategias de bonificación

La recompensa más habitual actualmente en los programas más populares es la acumulación de puntos que luego se pueden transformar en descuentos, sorteos, regalos directos, compras…, u otro tipo de beneficios de acuerdo con las necesidades detectadas en los consumidores y los intereses de las empresas también. Hay una gran variedad en cuanto a plazos, tiempo de canje o estrategias diferentes.

Vehículo de articulación del programa

Una tarjeta física de identificación del socio en el club es el clásico recurso. Sin embargo, actualmente las aplicaciones móviles y otras formas de identificación permiten que los clubes de fidelización sean mucho más cómodos y visibles para el consumidor, además de menos costosos para las empresas.

Cualquier empresa como hacen las grandes compañías debe valorar las ventajas y las posibilidades de formar su propio club de fidelización u incorporar su negocio a una estructura de multi partner con la que compartir la gestión y los beneficios de este tipo de instrumentos. MAPFRE cuenta con TeCuidamos, que ofrece a todos sus socios exclusivas ventajas y descuentos.