¿Qué se entiende por gastos comunes? Es la primera pregunta que debes hacerte -junto con tu pareja- para empezar a organizar vuestra economía. Tanto las parejas con años de convivencia como las que inician una vida en común suelen posponer este punto y los expertos señalan en que este es un grave error.

¿Qué son gastos comunes?

Los gastos comunes existen -y cuanto antes se organicen, mejor- pero pueden asumirse de diferentes maneras cuando son responsabilidad de dos personas. Para empezar y para organizar tu hogar, haz un inventario sobre los gastos que consideráis comunes. En la teoría y para que te sirva de ayuda, se señalan 5 tipos de gastos comunes en una casa compartida por una pareja con o sin hijos u otras personas a su cargo, como abuelos o hermanos, por ejemplo.

Gastos comunes relacionados con la vivienda

Los gastos comunes de una casa son el agua, la calefacción o la electricidad; pero también los gastos de comunidad, reformas o arreglos de mantenimiento, impuestos relacionados con la vivienda… Para organizar la contabilidad doméstica es importante hacer una estimación de todas estas facturas y decidir cómo se va a sumir dentro de la economía familiar, puesto que son gastos derivados directamente de compartir piso.

Gastos comunes relativos a la cesta de la compra.

Comida, bebida, productos de limpieza… una pareja que comparte casa y vida tiene que afrontar gastos relativos a la cesta de la compra, aunque es posible mantener separada la compra de cada uno, a largo plazo no resulta muy cómodo. Por otra parte, si se pretende ahorrar, es más fácil hacerlo con una lista de la compra común para la pareja en la que se incorporen productos conjuntos y las necesidades particulares de cada uno.

Gastos comunes de ocio y entretenimiento

Las parejas que viven juntas tienen una vida conjunta también fuera del hogar: salir a cenar, ir al cine, hacer un viaje… este es el tipo de gastos que pueden considerarse comunes respecto al ocio y el entretenimiento. ¿Cómo se asume este tipo de gastos de forma conjunta o por separado? Es una decisión personal que merece la pena meditar y acotar para evitar problemas en el futuro inmediato.

Gastos comunes familiares

Si el hogar solo está compuesto por una pareja de personas adultas, este gasto común denominado familiar, no existe. Pero sí debes tenerlo en cuenta si tenéis hijos, personas mayores a vuestro cargo y que convivan con vosotros. Incluso puedes incluir en esta partida el gasto de tener una mascota en casa. En este escenario de gasto familiar, se pueden dar muchas situaciones dispares por la gran variedad de tipos de familias existentes, además, es una situación que puede cambiar en el tiempo o según la etapa vital.

Gastos comunes para imprevistos

La partida de imprevistos es la gran olvidada en la práctica de muchas economías familiares y, sin embargo, la que más falta hace con frecuencia. Se estropea la lavadora, hay que cambiar una cerradura, se impone una derrama nueva en la comunidad…

El contar con un Seguro de Hogar MAPFRE que incluso se ocupa de la reparación de tus electrodomésticos es una solución muy práctica y sencilla para cubrir gran parte de los imprevistos domésticos y contar con protección sin tener que guardar un presupuesto concreto – que es muy difícil de calcular- para estas situaciones.

¿Cómo se puede organizar el pago de gastos comunes en pareja?

Cuando tengáis claro qué entendéis en vuestra pareja por gastos comunes, el siguiente paso es tomar una decisión sobre cómo se van a afrontar este tipo de gastos, tanto en la teoría como en la práctica.

Hay tres formas esenciales para asumir y organizar los gastos en común de una pareja, puedes adaptarlas y mezclarlas o usarlas de inspiración para encontrar la ideal para tu caso.

  • Cuenta común en la que cada uno de los miembros de la pareja ingresa de forma periódica la misma cantidad de dinero. Se trata de una fórmula mixta.
  • Reparto –igualitario o proporcional- de los diferentes gastos comunes. En este caso se mantienen cuentas separadas para cada una de las partes de la pareja y no existe un referente común.
  • Común 100 por 100. Se puede optar por tener un solo fondo donde ingresan los dos miembros de la pareja, sus sueldos o cualquier tipo de ganancia y de donde también se pagan todos los gastos que se tengan que se consideran comunes. La independencia económica personal prácticamente desaparece.

Los expertos en finanzas domésticas recomiendan afrontar el tema de los gastos comunes y llegar a un acuerdo, pero aconsejan ser flexibles y revisar el plan contable tantas veces como sea necesario y modificar si no funciona como se espera.