Los expertos coinciden en señalar un futuro incierto para la sostenibilidad de las pensiones. Las generaciones jóvenes tendrán que trabajar más y sus pensiones serán más bajas que las actuales.

Esto se debe principalmente a dos razones: porque al ser más longevos, se estará en mejores condiciones para trabajar y por este motivo se va aumentando de forma paulatina la edad legal de jubilación. Y, por otro lado, porque habrá muchas más personas jubiladas que ahora y menos trabajando, por lo que el gasto en pensiones aumentará. Además, la tasa de sustitución, es decir, lo que cobra un jubilado con respecto a su último sueldo, se reducirá en torno a un 30-45 por ciento.

La evolución demográfica: clave del futuro de las pensiones

La alta esperanza de vida y la baja natalidad son las razones por las que la tasa de dependencia experimente un aumento del 34 por ciento desde 2010 hasta 2060.

La evolución demográfica, con un tercio de la población española mayor de 65 años para el año 2050, obligará a rebajar las pensiones para que el sistema sea sostenible. Para entonces, la tasa de dependencia en España experimentará el mayor aumento de la historia, con tres personas en edad de trabajar por cada dos jubilados, lo que, según el Banco de España, tendrá un impacto muy negativo en las pensiones.

Algunos expertos abogan por reformar el sistema basándose en las cuentas nocionales, como sucede en Suecia. Este conservaría el sistema de reparto actual, pero cambiaría la forma de calcular la pensión: se contabilizaría toda la vida laboral y se cobraría según lo cotizado. Sería un sistema de aportación definida y no como ahora que es de prestación definida. De esta manera, el trabajador se jubilaría a la edad que más le conviniera.

Las cotizaciones de cada mes se anotarían en una cuenta virtual y se revalorizarían con una tasa, por ejemplo, el crecimiento del PIB o la productividad. Para los expertos, con este sistema los trabajadores no verían las cotizaciones como un impuesto sino como un salario diferido.

Nueva revalorización de las pensiones

Sin embargo, la nueva revalorización de las pensiones que el Gobierno pretende introducir en 2022 va por otro camino. El consejo de ministros aprobó el pasado 14 de agosto el Anteproyecto de ley de garantía del poder adquisitivo de las pensiones y de otras medidas de refuerzo de la sostenibilidad financiera y social del sistema público de pensiones con el propósito de que entre en vigor el mes de enero del próximo año. El citado anteproyecto supondrá la modificación del texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social.

Esta nueva norma, pactada con los agentes sociales, establecerá un nuevo marco de revalorización de las pensiones en el que la jubilación anticipada voluntaria sufrirá diversas penalizaciones.

En concreto, las pensiones se incrementarán el 1 de enero de cada año según la inflación media anual registrada en el anterior ejercicio. Si el IPC hubiera sido negativo, la cuantía de las pensiones no se verá alterada. Las pensiones de las Clases Pasivas tendrán la misma regulación en este aspecto. Los efectos de esta revalorización se evaluarán cada cinco años, al objeto de comprobar si los pensionistas mantienen su poder adquisitivo y capacidad económica.

Los coeficientes reductores por jubilación anticipada se aplicarán sobre la cuantía de la pensión y no sobre la base reguladora, como hasta ahora. En aquellos casos en los que la cuantía de la pensión supere el límite máximo establecido, dichos coeficientes se aplicarán gradualmente, en un plazo de diez años, a contar desde el 1 de enero de 2024.

Asimismo, los coeficientes que disminuyen la cuantía de las pensiones de las jubilaciones anticipadas voluntarias pasarán a ser mensuales en lugar de trimestrales, lo que supone una penalización mayor por cada mes que se adelante la pensión hasta el máximo de cuatro años.

La derogación del factor de sostenibilidad que recortaba la pensión de jubilación en función de la esperanza de vida es otra de las medidas contempladas en el anteproyecto. Esta disposición será sustituida por el llamado “mecanismo de equidad intergeneracional”, aún no determinado.

El citado anteproyecto deroga definitivamente la reforma aprobada por el Gobierno del Partido Popular en 2013, sin embargo, le queda por recorrer un largo y complicado camino en el Congreso puesto que, prácticamente, todos los grupos parlamentarios ya criticaron en el Pacto de Toledo la reforma presentada por el Gobierno por considerarla incompleta e insuficiente. Así que estas medidas o parte de ellas pueden sufrir aún importantes modificaciones en la fase parlamentaria.

Las pensiones en el futuro

Todas las previsiones apuntan a que en el futuro las pensiones se verán irremediablemente reducidas. En previsión de esta situación, lo aconsejable es contratar un plan de pensiones que sirva de complemento a la pensión pública para poder gozar así de un nivel de vida similar al de la etapa de actividad.

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