Las cuentas de ahorro para niños son algo muy extendido en nuestro país. La gran mayoría de los menores disponen de una cuenta bancaria a su nombre desde el momento que nacen, en la que sus padres van depositando el dinero que el pequeño ha recibido en eventos especiales como su cumpleaños, Navidades o su Primera Comunión. Estos representan los ahorros de los que dispondrá en el futuro.

En cuanto a la necesidad de la creación de una cuenta bancaria para niños, las opiniones están divididas y mientras algunos opinan que son absolutamente necesarias para la educación financiera de los pequeños, otros expertos indican que no son tan necesarias para los niños.

Sea como sea, la decisión siempre reside en los padres que quieren guardar los ahorros de sus hijos para que puedan utilizarlos cuando los necesiten. En la actualidad, existen multitud de cuentas destinadas al ahorro de los menores, cada banco que opera en nuestro país tiene al menos una opción de este tipo para proporcionar servicio a estos clientes. A la hora de decantarte por una u otra cuenta deberás conocer los pros y contras que ofrece cada una y si es necesario que contrates una especial para tu hijo.

Ventajas y limitaciones de las cuentas de ahorro para niños

    • No tienen comisiones. Tampoco las tienen la mayoría de las cuentas de ahorro para adultos, por lo que esto no debe ser una de las opciones que te incline a decantarte por una de ellas.
    • Ofrecen regalos. En muchas entidades bancarias, se beneficia a los menores con regalos y descuentos en actividades como medida de fidelización.
    • Aunque la remuneración que proporcionan es baja permite que el menor pueda acumular ahorros ya que no dispone de gastos como los que puede tener un adulto.

    En cuanto a las limitaciones que este tipo de cuentas representan, nos encontramos con las siguientes:

    • Solo son contratables para personas de una edad determinada. Es decir, puedes hacer una cuenta de este tipo a tu hijo cuando nazca, pero ya no podrá utilizarla cuando cumpla los 25 o los 26 años. La edad máxima depende siempre de la entidad bancaria.
    • Tienen baja remuneración: si lo que estás buscando es que los ahorros de tus hijos aumenten, este tipo de productos no te proporcionarán demasiada rentabilidad.
    • El tratamiento fiscal para este tipo de cuentas no es beneficioso, ya que al recibir remuneraciones, el menor se convierte en contribuyente del Impuesto de la Renta y por tanto se le aplicarán las mismas retenciones que a los adultos.
    • No permiten la domiciliación de pagos: si tu hijo ya se ha emancipado y necesita pagar sus recibos, no podrá hacerlo.  Este tipo de cuentas no permiten el devengo de recibos de ningún tipo.

    Cómo contratar una cuenta de ahorro para niños

    Si has valorado todas las opciones y encuentras una cuenta para tus hijos que se adapta a tus necesidades y a las de los menores, es necesario que, a la hora de abrir la cuenta, sepas las características de titularidad de la misma y cómo puedes hacerlo.

    En primer lugar, deberás presentar el DNI del niño, o en su defecto, solicitar un NIF provisional a la Agencia Tributaria. Con estos datos, podrán abrir la cuenta y podrás depositar en ella el dinero.

    Suelen ser de titularidad única, y esta es propiedad del menor, por su parte, los padres aparecerán en ella como representantes legales de la misma. Esto quiere decir, que los padres serán los encargados de disponer del dinero de la cuenta.