Las razones económicas explican compartir piso en la juventud e igualmente tras la jubilación, pero no es la única ventaja que destacan las personas que practican esta forma de crear un hogar. Desde hace unos años, hay diferentes programas sociales y públicos que fomentan, por ejemplo, que mayores y estudiantes compartan domicilio, pero hay muchas más opciones.

¿Qué impulsa a compartir piso?

    El presupuesto es una de las grandes razones que explica que las personas, con independencia de su edad, compartan piso. Como jubilado pasas a disfrutar de ingresos puntuales y constantes que provienen de la pensión por jubilación y los titulares de Planes de Pensiones MAPFRE siempre cuentan con un plus para completar su economía. Razones económicas  y sociales se conjugan para dibujar un escenario de pensionistas que se deciden a compartir piso.

    Además con la contratación de tu seguro en MAPFRE contarás con el acceso al servicio de “Y tantos + beneficios del Plan de Fidelización” que puedes conocer si eres socio del Club MAPFRE.

    • Suben los alquileres.
    • Se endurecen las condiciones para conseguir una hipoteca.
    • Las pensiones se revalorizan al porcentaje mínimo garantizado por ley.
    • La soledad no deseada preocupa a los mayores.
    • La longevidad acarrea limitaciones físicas que restan autonomía e incapacitan para vivir solo.
    • Los gastos domésticos son semejantes en una casa grande aunque solo viva una persona.

    ¿Cómo compartir piso jubilado?

    Si estás estudiando la posibilidad de compartir tu casa ahora que estás jubilado, debes saber todas las modalidades y alternativas que hoy ya están en marcha y funcionan. Se trata de una opción con grandes ventajas y que se ha desarrollado enormemente durante los últimos años.

    1. Abuelo busca nieto

    Entre las iniciativas con más experiencia en España, especialmente en las zonas con universidad, se encuentra la conocida como “abuelos buscan nietos”: mayores que comparten piso con jóvenes estudiantes. Hay diferentes asociaciones de mayores que permiten adoptar un abuelo y también de jóvenes que gestiona este tipo de alojamiento compartido y que ponen en contacto personas mayores con jóvenes que quieren compartir hogar.

    • Perfil de usuarios: en este caso, suele tratarse de personas con edad bastante avanzada, pero con autonomía para la vida cotidiana y viviendas grandes y en propiedad, próximas a los centros de formación como las universidades o con buen acceso a través de transporte público.

    2. Jubilados con jubilados

    Las cooperativas de viviendas para jubilados –o viviendas colaborativas- no son muy habituales aún en España, pero poco a poco es una alternativa más conocida, pero que requiere de tiempo para su maduración y articulación. Mientras tanto,  existe la posibilidad de compartir vivienda con otros jubilados con la misma inquietud. En centros sociales o de ocio para mayores, así como en webs especializadas puedes encontrar anuncios de oferta y demanda para compartir piso.

    • Perfil de usuarios: jubilados que no hace mucho que se retiraron del mercado laboral, pero que prefieren no vivir en solitario, puesto que no tienen familia o no es posible convivir con ella. Compartir la casa con otras personas en tu misma situación es perfecto para conocer gente e intensificar la vida social dentro del mismo grupo, compartiendo preocupaciones, pero también aficiones e intereses.

    3. Pisos tutelados

    Como alternativa pública e institucionalizada, existe la posibilidad de compartir una vivienda tutelada. En este caso, no se comparte la propia casa ni una que se alquila, sino que es la entidad gestora la que adjudica viviendas a los solicitantes. Por lo general, la tutela la realizan los servicios sociales del ayuntamiento del municipio en el que se accede a este tipo de recurso.

    • Perfil de usuarios: es un régimen previsto para personas mayores y también para discapacitados. Es necesario contar con cierta autonomía y suele existir la posibilidad de vivir en solitario y compartir zonas comunes como áreas recreativas e incluso comedor; o compartir todo con otros usuarios beneficiarios del sistema.


    Compartir piso cuando estás jubilado
    es una buena forma de mejorar tu economía y tu vida social, pero es importante que elijas la mejor forma de hacerlo y no te dejes llevar por un primer impulso. Si vas a compartir, por ejemplo, en régimen de alquiler, es importante que firméis todos los implicados un contrato legal y detallado para evitar conflictos y tener éxito en vuestra convivencia.

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